13/10/2019, 23:36
—Lo lamento —alcanzó a decir Juro, con una pequeña reverencia—. Debió de ser un golpe duro para la familia.
—Como es natural, pero la vida continua, ¿cierto? —dijo levantando su tasa en una especie de brindis solitario.
—Jokan-san , la verdad es que aún estoy un poco intrigado por sus hijas. ¿Vuestra mujer alguna vez os habló de que ella misma tuviera una hermana? ¿Una gemela quizá? ¿Podría ser algo genético? —se atrevió a preguntar él también. Luego, reculó un poco—. Siento la cantidad de pregunta que le estamos haciendo. Si se está sintiendo incómodo, por favor, háganoslo saber y pararemos.
—No, por favor, me gusta conversar así —dijo animando a maestro y alumno a continuar la conversación—. Es bueno hablar de mi esposa, para variar: la mayoría de las veces la gente me preguntas es por las chicas, y sobre porque son como son.
»En cuanto a las muchachas… —se detuvo y dejo escapar un suspiro—. Pues su madre no me dio ninguna pista; es más, para ella era absolutamente normal el que las niñas tuviesen esa “conexión”.
—Pero, en realidad, eso no es nada normal —tercio el peliblanco.
—Lo se… Es que como no tenía nada de malo, no le hice mucho caso. Con el tiempo y con la visita de personas como ustedes (mas entendidas en cosas extrañas) es que adquirí un poco de perspectiva. Por eso quería que las chicas fuesen ninjas; pensé que así podrían descubrir un poco más sobre ellas mismas.
—¿Y cree que algún día cambien de opinión? —pregunto Kazuma.
—¿Quien sabe? —pregunto al aire—. Su madre les inculco un profundo sentido de no-violencia y un exagerado apego hacia el hogar…
»Yo soy de los que creen que las crías deben abandonar el nido y volar por su cuenta, con libertad, ¿Saben a lo que me refiero?
—Como es natural, pero la vida continua, ¿cierto? —dijo levantando su tasa en una especie de brindis solitario.
—Jokan-san , la verdad es que aún estoy un poco intrigado por sus hijas. ¿Vuestra mujer alguna vez os habló de que ella misma tuviera una hermana? ¿Una gemela quizá? ¿Podría ser algo genético? —se atrevió a preguntar él también. Luego, reculó un poco—. Siento la cantidad de pregunta que le estamos haciendo. Si se está sintiendo incómodo, por favor, háganoslo saber y pararemos.
—No, por favor, me gusta conversar así —dijo animando a maestro y alumno a continuar la conversación—. Es bueno hablar de mi esposa, para variar: la mayoría de las veces la gente me preguntas es por las chicas, y sobre porque son como son.
»En cuanto a las muchachas… —se detuvo y dejo escapar un suspiro—. Pues su madre no me dio ninguna pista; es más, para ella era absolutamente normal el que las niñas tuviesen esa “conexión”.
—Pero, en realidad, eso no es nada normal —tercio el peliblanco.
—Lo se… Es que como no tenía nada de malo, no le hice mucho caso. Con el tiempo y con la visita de personas como ustedes (mas entendidas en cosas extrañas) es que adquirí un poco de perspectiva. Por eso quería que las chicas fuesen ninjas; pensé que así podrían descubrir un poco más sobre ellas mismas.
—¿Y cree que algún día cambien de opinión? —pregunto Kazuma.
—¿Quien sabe? —pregunto al aire—. Su madre les inculco un profundo sentido de no-violencia y un exagerado apego hacia el hogar…
»Yo soy de los que creen que las crías deben abandonar el nido y volar por su cuenta, con libertad, ¿Saben a lo que me refiero?