14/10/2019, 20:30
Pero el oso no se amedrentó en lo absoluto, en su lugar, avanzó y embistió. Ciertamente era un animal más rápido de lo que podrías esperar para su tamaña, y también era uno más diestro. Por eso era considerado un guerrero entre los suyos, un orgulloso guerrero, sin saber que ese orgullo le estaba por costar muchas cosas. Realizó una finta en cuanto el tiburón le embistió, pasando al raz de su pelaje mientras cada uno avanzaba en dirección contraria. Kumagao tomó con su zarpa la espada de su cinturón y continuó su embite corriendo a tres paatas contra Datsue, sin saber que nada de lo que estaba ocurriendo ahí era realidad.
Afuera en el mundo real, el Yotsuki finalmente llegó a la escena en cuestión, parpadeando por unos instantes al ver tanto al Uchiha cómo al oso pasmados el uno frente al otro, mientras la mujer anciana se hallaba atrapada presa de la bestia. "¿Qué demonios está pasando aquí?" Aún con toda la duda del mundo, su prioridad era rescatar a la mujer. "¿Una técnica de parálisis? No, a menos que quizá..." Atando los hilos sueltos, supo que era su única oportunidad.
—¡Superman- Cubrió su brazo de electricidad plateada -Punch!— Un único salto largo, impactando de lleno en el hocico del animal.
Kumagao ni siquiera sentiría el despertar, pues de inmediato se desvaneció en una explosión de humo, dejando libre finalmente a la anciana. "Maldición, está sangrando demasiado, hay que llevarla al pueblo pero ya." Se agacharía de inmediato para cerciorarse del estado de la mujer.
Afuera en el mundo real, el Yotsuki finalmente llegó a la escena en cuestión, parpadeando por unos instantes al ver tanto al Uchiha cómo al oso pasmados el uno frente al otro, mientras la mujer anciana se hallaba atrapada presa de la bestia. "¿Qué demonios está pasando aquí?" Aún con toda la duda del mundo, su prioridad era rescatar a la mujer. "¿Una técnica de parálisis? No, a menos que quizá..." Atando los hilos sueltos, supo que era su única oportunidad.
—¡Superman- Cubrió su brazo de electricidad plateada -Punch!— Un único salto largo, impactando de lleno en el hocico del animal.
Kumagao ni siquiera sentiría el despertar, pues de inmediato se desvaneció en una explosión de humo, dejando libre finalmente a la anciana. "Maldición, está sangrando demasiado, hay que llevarla al pueblo pero ya." Se agacharía de inmediato para cerciorarse del estado de la mujer.