28/10/2019, 03:40
—Este lugar es muy agradable, ¿sabe? Creo que me lo apuntaré para cuando vuelva a la ciudad. Me gustaría volver y ver cómo se encuentran, en un tiempo, claro —comentó Juro, con una sonrisa. Probablemente, sería un tiempo, porque no podía salir mucho de la villa. No con la amenaza de los generales presente.
—Pueden volver cuando quieran, y podremos conversar mucho mas —respondió con amabilidad el anciano.
Luego del desayuno, ambos ninjas se encontraban listos para continuar con su viaje. En la entrada del hospedaje yacía para despedirle aquella peculiar familia.
—Hasta luego Jokan-san —dijo el peliblanco haciendo una leve reverencia—. Y gracias por la comida, Sir-Daria-san y Amu-Daria-san.
—Que tenga buen viaje y que les cuiden los dioses del bosque —despidió el padre.
—La próxima vez quédense un poco más y cuéntenos algunas de sus aventuras —exclamaron las muchachas al unísono—. Cuídense, Kazuma-kun y Sensei-san.
—Pueden volver cuando quieran, y podremos conversar mucho mas —respondió con amabilidad el anciano.
Luego del desayuno, ambos ninjas se encontraban listos para continuar con su viaje. En la entrada del hospedaje yacía para despedirle aquella peculiar familia.
—Hasta luego Jokan-san —dijo el peliblanco haciendo una leve reverencia—. Y gracias por la comida, Sir-Daria-san y Amu-Daria-san.
—Que tenga buen viaje y que les cuiden los dioses del bosque —despidió el padre.
—La próxima vez quédense un poco más y cuéntenos algunas de sus aventuras —exclamaron las muchachas al unísono—. Cuídense, Kazuma-kun y Sensei-san.