5/11/2019, 15:37
Karamaru concordó con su idea y, después de reírse, no tardó en localizar un sitio. Le indicó el camino mientras le decía que era posible que hubiese gente ahí.
Ranko dudó un momento antes de avanzar.
”Oh, cielos. ¿Qué pensarían madre y padre de esto? Entrar a un lugar de alcohol siendo menor. ¡Y en compañía de alguien mayor! ¡Qué desgracia caería sobre la reputación de los Sagisō! Pero tengo que hacerlo, pues le he ofrecido mi ayuda a Karamaru-san. ¡Sería incluso más deshonroso retractarme de un compromiso así!”
La de la trenza avanzó un par de pasos rápidos para alcanzar al Amejin antes de que la multitud los separase. Entró detrás de él al local. A pesar de que tenía una pinta algo tétrica por su iluminación (al menos ante los ojos de Ranko), era tranquilizante ver que no había mucho bullicio en aquel ¿bar? Ranko soltó un suspiro de algo similar al alivio, mientras Karamaru le contaba lo genial que eran los lugares con alcohol, hasta que la gente peleaba, claro.
”Bueno… Al menos para eso sí estoy preparada…” pensó mientras sus ojos pasaban del suelo a las mesas, a los clientes, a las camareras, al techo y luego regresaban a la barra, donde Ranko se sentaría al lado de Karamaru.
El chico preguntaría por Yamato, pero el cantinero no le respondería. Ranko pensó que aquel hombre con bigote tras la barra estaba siendo maleducado, hasta que se le ocurrió algo.
—Tal vez prefiere que la ge-gente ordene algo primero… —soltó en voz baja.
Ranko dudó un momento antes de avanzar.
”Oh, cielos. ¿Qué pensarían madre y padre de esto? Entrar a un lugar de alcohol siendo menor. ¡Y en compañía de alguien mayor! ¡Qué desgracia caería sobre la reputación de los Sagisō! Pero tengo que hacerlo, pues le he ofrecido mi ayuda a Karamaru-san. ¡Sería incluso más deshonroso retractarme de un compromiso así!”
La de la trenza avanzó un par de pasos rápidos para alcanzar al Amejin antes de que la multitud los separase. Entró detrás de él al local. A pesar de que tenía una pinta algo tétrica por su iluminación (al menos ante los ojos de Ranko), era tranquilizante ver que no había mucho bullicio en aquel ¿bar? Ranko soltó un suspiro de algo similar al alivio, mientras Karamaru le contaba lo genial que eran los lugares con alcohol, hasta que la gente peleaba, claro.
”Bueno… Al menos para eso sí estoy preparada…” pensó mientras sus ojos pasaban del suelo a las mesas, a los clientes, a las camareras, al techo y luego regresaban a la barra, donde Ranko se sentaría al lado de Karamaru.
El chico preguntaría por Yamato, pero el cantinero no le respondería. Ranko pensó que aquel hombre con bigote tras la barra estaba siendo maleducado, hasta que se le ocurrió algo.
—Tal vez prefiere que la ge-gente ordene algo primero… —soltó en voz baja.
Pensamientos (Plum) ✧ Diálogos (PaleVioletRed)