8/11/2019, 06:53
Adrenalina, tiempo contado. El avance de ambos shinobi fue raudo. El caos y la confusión era su fachada ahora que ingresaron al templo donde el falso cantar de las aves acompasaba sus pasos. Las puertas parecían infinitas, ¿de qué tamaño era realmente ese templo? Mucho más grande que su fachada inicial, eso sería lo que terminarían de descubrir.
—¿Esto es un templo o un castillo?— Soltó al aire.
Al llegar a la zona central del edificio encontrarían lo que era unas escaleras dispuestas de forma geométrica, escalando en espiral hacia las plantas superiores.
—Se que no es el momento para decirlo pero, joder, creo que salir de aquí va a ser más difícil que entrar— Alzó las cejas mientras se disponía a subir las escaleras. —Go ahead!— Apremió.
Dos, cuatro, ¿cuantas plantas tenía aquel sitio?. Lo único cierto es que la oscuridad no ayudaba en nada, siendo que la poca luz de luna filtrada de las raras ventanas en algunos de los pasillos se antojaba bastante siniestra. El bullicio de los pisos inferiores ahora sólo era un rumor lejano, pues nadie más parecía estar en la misma zona que ellos. "¿Porqué demonios siento que estamos caminando hasta otra trampa?" Cuando llegaron finalmente al piso superior, no había ya nada que les alumbrase. El pasillo se antojaba oscuro, largo. había varias puertas de hojas de arroz.
Y sin embargo, una voz proveniente desde lo más profundo del pasadizo llegaría a sus oídos: Un llanto, un llanto similar a la voz de la chica a la que tanto habían intentado salvar.
—Mierda, ¿acaso...?— No estaba realmente muy seguro de si quería ir hasta la fuente.
—¿Esto es un templo o un castillo?— Soltó al aire.
Al llegar a la zona central del edificio encontrarían lo que era unas escaleras dispuestas de forma geométrica, escalando en espiral hacia las plantas superiores.
—Se que no es el momento para decirlo pero, joder, creo que salir de aquí va a ser más difícil que entrar— Alzó las cejas mientras se disponía a subir las escaleras. —Go ahead!— Apremió.
Dos, cuatro, ¿cuantas plantas tenía aquel sitio?. Lo único cierto es que la oscuridad no ayudaba en nada, siendo que la poca luz de luna filtrada de las raras ventanas en algunos de los pasillos se antojaba bastante siniestra. El bullicio de los pisos inferiores ahora sólo era un rumor lejano, pues nadie más parecía estar en la misma zona que ellos. "¿Porqué demonios siento que estamos caminando hasta otra trampa?" Cuando llegaron finalmente al piso superior, no había ya nada que les alumbrase. El pasillo se antojaba oscuro, largo. había varias puertas de hojas de arroz.
Y sin embargo, una voz proveniente desde lo más profundo del pasadizo llegaría a sus oídos: Un llanto, un llanto similar a la voz de la chica a la que tanto habían intentado salvar.
—Mierda, ¿acaso...?— No estaba realmente muy seguro de si quería ir hasta la fuente.