9/11/2019, 16:23
No hizo falta que pensara mucho. Las noticias vuelan rápido, y Kusagakure ya se había enterado de todo lo que había ocurrido. Por casualidades del destino, Juro tomó esa ruta y antes de poder darse cuenta, tres armas metálicas se habían clavado en el arból que tenía delante. Juro alzó las manos, listo para defenderse ante otro posible general de Kurama.
Afortunadamente, quienes tenía delante eran ANBU de su propia villa. Una pequeña esperanza brotó de su corazón tras ver esto.
—¡Eikyuu Juro! ¿O quizás no...? — Si Juro había dudado en el por qué del ataque, ahora lo tenía claro. Para ellos, probablemente la noticia habría sido que había sido secuestrado. A estas alturas, todos pensarían que le había sucedido lo mismo que Ayame, y ahora era el bijuu el que tomaba su lugar.
Si le dieran tiempo, podrían entender su historia, pero en ese momento, lo que tenía que hacer era evitar que le tomaran por un impostor. Juro alzó las manos hacia el cielo, en símbolo de paz. Estaba desarmado y no iba a pelear, ni tenía intenciones.
— Soy Eikyuu Juro. Nadie más — afirmó, con convicción —. Fui secuestrado por uno de los generales de Kurama, pero logré derrotarle y escapar antes de que revirtiera mi sello. Debo volver a Kusagakure cuanto antes, para informar de lo que ha ocurrido. Tengo nueva información sobre los planes de ese monstruo.
« No te ofendas por omitirte en los hechos, ¿vale, Chōmei? Necesito hablar con el Morikage de esto. Él será el único que pueda entender la verdad. Ellos nunca aceptaran lo que ha pasado en la cueva» — Y si su líder lo decía, la verdad podría extenderse. Esa era su idea inicial. Y sobrevivir, claro. No había llegado hasta tan lejos para caer por una confusión.
Afortunadamente, quienes tenía delante eran ANBU de su propia villa. Una pequeña esperanza brotó de su corazón tras ver esto.
—¡Eikyuu Juro! ¿O quizás no...? — Si Juro había dudado en el por qué del ataque, ahora lo tenía claro. Para ellos, probablemente la noticia habría sido que había sido secuestrado. A estas alturas, todos pensarían que le había sucedido lo mismo que Ayame, y ahora era el bijuu el que tomaba su lugar.
Si le dieran tiempo, podrían entender su historia, pero en ese momento, lo que tenía que hacer era evitar que le tomaran por un impostor. Juro alzó las manos hacia el cielo, en símbolo de paz. Estaba desarmado y no iba a pelear, ni tenía intenciones.
— Soy Eikyuu Juro. Nadie más — afirmó, con convicción —. Fui secuestrado por uno de los generales de Kurama, pero logré derrotarle y escapar antes de que revirtiera mi sello. Debo volver a Kusagakure cuanto antes, para informar de lo que ha ocurrido. Tengo nueva información sobre los planes de ese monstruo.
« No te ofendas por omitirte en los hechos, ¿vale, Chōmei? Necesito hablar con el Morikage de esto. Él será el único que pueda entender la verdad. Ellos nunca aceptaran lo que ha pasado en la cueva» — Y si su líder lo decía, la verdad podría extenderse. Esa era su idea inicial. Y sobrevivir, claro. No había llegado hasta tan lejos para caer por una confusión.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60