18/11/2019, 21:11
—¿¡Que te disculpe, zopenco!? —bramó el Señor Feudal, escupiéndole inadvertidamente a Yota en la cara—. ¡Habéis mandado todo el plan al traste! ¿¡Sabes los jugosos tratos que podría haber hecho con la nobleza de otros países!? O quizás no, porque visto lo visto, menudo par de incompetentes que me han mandado.
»Creía que tú eras el peor, pero el inútil de tu compañero... Dios, y encima, el jinchuuriki. Vaya puta mierda de Guardián que escogió Kenzou. ¡A este paso, tendré que destituirle!
Tuve la necesidad imperiosa que desviar mi mirada de sus ojos. Aunque aquellas palabras podrían hacerme hervir la sangre, si no estuviera con dos cientos mil sedantes en el jodido cuerpo, tenía su parte de razón. Nos la colaron por la puta escuadra. El golazo que nos metió el desgraciado ese fue tan espectacular que casi la palmo y ahora Juro debía de estar deambulando por ahí a la voluntad del Nanabi sin poder hacer nada al respecto. Aquello me enrabietaba todavía más. Y aún tenía pendiente de recibir la brinca del Morikage.
— Debo insistir en que lamento profundamente todo lo ocurrido. Aquel tipo era muy bueno y sabía muy bien lo que se hacía. Pero sé que no es excusa y por ello vuelve a pedirle perdón y... — tragué saliva — para que vea que estoy siendo completamente sincero, si puedo hacer algo por usted para compensarle, pidamelo y lo haré
Aquellas palabras podrían conllevar muchos problemas, pero sabía que había que contentar a ese malnacido.
»Creía que tú eras el peor, pero el inútil de tu compañero... Dios, y encima, el jinchuuriki. Vaya puta mierda de Guardián que escogió Kenzou. ¡A este paso, tendré que destituirle!
Tuve la necesidad imperiosa que desviar mi mirada de sus ojos. Aunque aquellas palabras podrían hacerme hervir la sangre, si no estuviera con dos cientos mil sedantes en el jodido cuerpo, tenía su parte de razón. Nos la colaron por la puta escuadra. El golazo que nos metió el desgraciado ese fue tan espectacular que casi la palmo y ahora Juro debía de estar deambulando por ahí a la voluntad del Nanabi sin poder hacer nada al respecto. Aquello me enrabietaba todavía más. Y aún tenía pendiente de recibir la brinca del Morikage.
— Debo insistir en que lamento profundamente todo lo ocurrido. Aquel tipo era muy bueno y sabía muy bien lo que se hacía. Pero sé que no es excusa y por ello vuelve a pedirle perdón y... — tragué saliva — para que vea que estoy siendo completamente sincero, si puedo hacer algo por usted para compensarle, pidamelo y lo haré
Aquellas palabras podrían conllevar muchos problemas, pero sabía que había que contentar a ese malnacido.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa