26/11/2019, 19:20
El Uchiha dejó escapar una leve carcajada ante las palabras de Money; puede que no fuera el tipo más carismático del lugar, pero sabía dar evasivas y sacar de quicio a alguien cuando lo necesitaba. Como, por ejemplo, cuando tenía que evitar contestar preguntas impertinentes.
De repente hubo un grito, una pregunta, una petición. Akame observaba el cuerpo magullado y vendado de Zaide con ojos insondables mientras este balbuceaba en búsqueda de su dosis. Ah, el joven Akame conocía bien lo que era eso: el hambre. Un ansia tan grande que te hacía querer arrancarte el corazón del pecho. Sin embargo, también era consciente de que una sola probada a la magia azul era suficiente para que un ex-adicto —si es que alguna vez ellos llegaban a desengancharse del todo— volviera a recaer con toda la fuerza de una losa de granito. Así que, descartando el gesto, se limitó a negar.
—Ni lo sueñes, calvo. No vas a volver a probar esa mierda en tu vida, o al menos no bajo mi guardia.
De repente hubo un grito, una pregunta, una petición. Akame observaba el cuerpo magullado y vendado de Zaide con ojos insondables mientras este balbuceaba en búsqueda de su dosis. Ah, el joven Akame conocía bien lo que era eso: el hambre. Un ansia tan grande que te hacía querer arrancarte el corazón del pecho. Sin embargo, también era consciente de que una sola probada a la magia azul era suficiente para que un ex-adicto —si es que alguna vez ellos llegaban a desengancharse del todo— volviera a recaer con toda la fuerza de una losa de granito. Así que, descartando el gesto, se limitó a negar.
—Ni lo sueñes, calvo. No vas a volver a probar esa mierda en tu vida, o al menos no bajo mi guardia.