27/11/2019, 20:18
El Uchiha no estaba prestando demasiada atención al intercambio de palabras entre Money y Galeno; después de más de veinte horas esperando allí se encontraba ciertamente cansado, con la cabeza zumbándole como un avispero por la ingente cantidad de cosas en las que iba a tener que ponerse a pensar al día siguiente. Zaide, Ryu, el método alternativo para resolver los empates que tenía que presentarle a Money, el Genjutsu con el que Zaide había ganado el combate, su ceguera en el ojo izquierdo, el propio dolor de Akame en el mismo al ejecutar Uzume —cosa que nunca le había ocurrido con tanta intensidad y con una hemorragia externa—. Demasiado.
Así, cuando el contable se volvió hacia él y le increpó de mala gana, Akame se encogió de hombros y se limitó a terciar.
—Te podrías ahorrar mil por lo de la cara. Ser feo no es tanto drama, y este vejete a su edad ya no está para andar persiguiendo falditas. Si quiere aliviarse, que pague, y a esas no creo que les vaya a importar que parezca un cardo —remató con cierta acidez—. ¿Qué?
Así, cuando el contable se volvió hacia él y le increpó de mala gana, Akame se encogió de hombros y se limitó a terciar.
—Te podrías ahorrar mil por lo de la cara. Ser feo no es tanto drama, y este vejete a su edad ya no está para andar persiguiendo falditas. Si quiere aliviarse, que pague, y a esas no creo que les vaya a importar que parezca un cardo —remató con cierta acidez—. ¿Qué?