4/12/2019, 17:21
Nada más llegar al extremo opuesto de la plaza, Yumiko, comprobó que no había ninguna señal que le pudiera ofrecer alguna pista. Aún así, lejos de rendirse fácilmente, estuvo un par de minutos repasando con la mirada las fachadas de los edificios por si en lugar de señales usasen cartelería. El resultado fue exactamente el mismo. Lo que a priorí le había parecido una idea ganadora, empezaba a no serlo. Sin embargo, la joven, no se rendiría tan fácilmente. Así que en esta ocasión decidió dirigirse hacia su derecha. Avanzó a paso rápido, intentado no mostrar el nerviosismo que empezaba a despertarse en ella. Una vez llegó hasta la desembocadura de la calle, repitió la misma operativa... pero, al igual que anteriormente, el resultado fue negativo. En aquel momento, si atendía a la lógica, podía haber parado allí y empezado a hacerse a la idea de que debería de recurrir a la ayuda de alguien local.
"Quizás en el otro lado..." negándose a aceptar la evidencia de que no había señales en aquella plaza, volvió a cruzarla de parte a parte hacia la siguiente intercepción. El resultado volvió a ser el mismo.
—...— se quedó en silencio, mirando hacia el fondo de la calle con la mirada pérdida durante un instante.
"No puede ser.. he debido de pasar algo por alto..." aún se resignaba a tener que preguntar a alguien, así que desandó el camino hasta regresar al punto de partida antes de comenzar de nuevo.
Quizás desde la perspectiva de cualquier otra persona, lo más lógico hubiera sido preguntar a cualquier viandante... pero desde la óptica de alguien como Yumiko, eso era algo simplemente terrorífico. Y no era terrorífico porque la joven pensase que le podrían hacer algo, no, era simlemente por el hecho de pensar en que podría estar molestando a otra persona. Desde su punto de vista era algo como cargar a otro con su problema y, encima, a alguien a quién no conocías de nada.
Justo cuando se encontraba preparada para empezar de nuevo su peregrinaje por la plaza, una voz en tono ligeramente nervioso se dirigió a ella.
—Eh...— se giró lentamente, como un conejito asustado —Es... esto...— buscó con la mirada a la chica que se dirigía a ella, mientras entrelazaba ambas manos sobre el regazo nerviosamente —Yo... mmm— nada más encontrarse con la mirada de la joven de la coleta, bajó la mirada de manera instintiva —si.... es... estoy bien— alanzó a responder a la pregunta que le acaban de realizar, tras muchas dudas.
"Debo parecer idiota..."
—Es... solo... es solo que no se por donde queda el mercado— lo escupió todo de golpe y se sintió liberada por un instante aunque ahora tenía la presión de seguir allí, parada, manteniendo aquella incómoda situación prolongada un poco más.
"Quizás en el otro lado..." negándose a aceptar la evidencia de que no había señales en aquella plaza, volvió a cruzarla de parte a parte hacia la siguiente intercepción. El resultado volvió a ser el mismo.
—...— se quedó en silencio, mirando hacia el fondo de la calle con la mirada pérdida durante un instante.
"No puede ser.. he debido de pasar algo por alto..." aún se resignaba a tener que preguntar a alguien, así que desandó el camino hasta regresar al punto de partida antes de comenzar de nuevo.
Quizás desde la perspectiva de cualquier otra persona, lo más lógico hubiera sido preguntar a cualquier viandante... pero desde la óptica de alguien como Yumiko, eso era algo simplemente terrorífico. Y no era terrorífico porque la joven pensase que le podrían hacer algo, no, era simlemente por el hecho de pensar en que podría estar molestando a otra persona. Desde su punto de vista era algo como cargar a otro con su problema y, encima, a alguien a quién no conocías de nada.
Justo cuando se encontraba preparada para empezar de nuevo su peregrinaje por la plaza, una voz en tono ligeramente nervioso se dirigió a ella.
—Eh...— se giró lentamente, como un conejito asustado —Es... esto...— buscó con la mirada a la chica que se dirigía a ella, mientras entrelazaba ambas manos sobre el regazo nerviosamente —Yo... mmm— nada más encontrarse con la mirada de la joven de la coleta, bajó la mirada de manera instintiva —si.... es... estoy bien— alanzó a responder a la pregunta que le acaban de realizar, tras muchas dudas.
"Debo parecer idiota..."
—Es... solo... es solo que no se por donde queda el mercado— lo escupió todo de golpe y se sintió liberada por un instante aunque ahora tenía la presión de seguir allí, parada, manteniendo aquella incómoda situación prolongada un poco más.