13/12/2019, 02:59
Por lo visto a la señora no le sentó muy bien el interrogatorio del genin, y eso que había intentado tener el mayor tacto posible.«Mierda... parece que si que he sido un poco duro.» La señora bajó la mirada y se la veía dudosa, eso no era buena señal por ningún lado, algo les estaba ocultando.
—Pues... No se me ocurre nadie. Siempre hemos sido una familia sencilla y... —Y ahí cortó la frase y se retiró de la habitación.
«Lo que nos faltaba, colabore un poco señora que le estamos intentando ayudar...» El marionetista no entendía bien el comportamiento de aquella señora, ¿tendría miedo de que descubramos algo que no quiere que sepamos? Vale que el sistema de las Tres Grandes Aldeas sea un poco una mafia, y sobretodo para esta gente tan pobre, pero esperaba que hablando con la señora entendiera que se le estaba intentando ayudar.
—Bien, soy un shinobi rastreador, así que yo me encargo de esto. —Esto alegró a Takumi de sobremanera, tener un rastreador reduciría mucho el trabajo de búsqueda, que seguramente sea el más costoso.
—Ve a ver qué es lo que oculta, eso nos ahorrará bastante tiempo, eh? Su actitud lleva teniéndome intranquilo desde que me habló antes.
—Ya, la verdad es que a mí también me ha escamado un poco su reacción y contestación. Iré a ver que puedo sacar. —El kazejin respondió con un tono de voz suave también.
Se dispuso a caminar hacia la sala a la que había ido la mujer, según pasó la puerta puso una cara muy seria. No miró directamente en ese momento a la señora, comenzó a hablar y parecía que se dirigía al aire.
— Disculpe antes por los modales, ni me llegué a presentar. Soy Tsukisame Takumi, genin de Uzushiogakure. Mire entiendo que no esté pasando por un buen momento y que esté preocupada por su hija, pero necesito que colabore con esto. Entiendo también que no le guste confiar en los shinobis pero puede estar tranquila, Kisame y yo únicamente somos genins, no vamos a hacer más preguntas de las necesarias para rescatar a su hija. Y de verdad, si estamos aquí buscando pistas es que la queremos ayudar, podríamos estar ahora mismo tan tranquilos realizando misiones oficiales y remuneradas en vez de arriesgarnos a que nos caiga una reprimenda por parte de nuestras aldeas por actuar extraoficialmente. Así que si quiere que la ayudemos a encontrar a su hija por favor colabore, le prometo que si usted pone de su parte la recuperaremos de una manera o de otra. —Hizo una pequeña pausa para tomar aire mientras fijaba en ella su profunda mirada. —Entonces... ¿va a colaborar pues?
—Pues... No se me ocurre nadie. Siempre hemos sido una familia sencilla y... —Y ahí cortó la frase y se retiró de la habitación.
«Lo que nos faltaba, colabore un poco señora que le estamos intentando ayudar...» El marionetista no entendía bien el comportamiento de aquella señora, ¿tendría miedo de que descubramos algo que no quiere que sepamos? Vale que el sistema de las Tres Grandes Aldeas sea un poco una mafia, y sobretodo para esta gente tan pobre, pero esperaba que hablando con la señora entendiera que se le estaba intentando ayudar.
—Bien, soy un shinobi rastreador, así que yo me encargo de esto. —Esto alegró a Takumi de sobremanera, tener un rastreador reduciría mucho el trabajo de búsqueda, que seguramente sea el más costoso.
—Ve a ver qué es lo que oculta, eso nos ahorrará bastante tiempo, eh? Su actitud lleva teniéndome intranquilo desde que me habló antes.
—Ya, la verdad es que a mí también me ha escamado un poco su reacción y contestación. Iré a ver que puedo sacar. —El kazejin respondió con un tono de voz suave también.
Se dispuso a caminar hacia la sala a la que había ido la mujer, según pasó la puerta puso una cara muy seria. No miró directamente en ese momento a la señora, comenzó a hablar y parecía que se dirigía al aire.
— Disculpe antes por los modales, ni me llegué a presentar. Soy Tsukisame Takumi, genin de Uzushiogakure. Mire entiendo que no esté pasando por un buen momento y que esté preocupada por su hija, pero necesito que colabore con esto. Entiendo también que no le guste confiar en los shinobis pero puede estar tranquila, Kisame y yo únicamente somos genins, no vamos a hacer más preguntas de las necesarias para rescatar a su hija. Y de verdad, si estamos aquí buscando pistas es que la queremos ayudar, podríamos estar ahora mismo tan tranquilos realizando misiones oficiales y remuneradas en vez de arriesgarnos a que nos caiga una reprimenda por parte de nuestras aldeas por actuar extraoficialmente. Así que si quiere que la ayudemos a encontrar a su hija por favor colabore, le prometo que si usted pone de su parte la recuperaremos de una manera o de otra. —Hizo una pequeña pausa para tomar aire mientras fijaba en ella su profunda mirada. —Entonces... ¿va a colaborar pues?