16/12/2019, 23:52
Juro agachó la cabeza ante la insistencia de alguna clase de detalle. Nada, no tenía nada. Un fantasma que no parecía de este mundo les había atacado.
Bien, sigue. ¿Entonces? ¿Lo venciste y ni siquiera viste qué cara tenía el tipo?
— Metemo que la historia no sigue así, Morikage-sama — suspiró Juro. Aunque omitiese el detalle del bijuu, no podía omitir otro detalle importante: la identidad del general. No le iba a gustar —. Aquella...persona... tenía el objetivo de secuestrarme, sin ninguna duda. Apuñaló a Yota a sangre fría y lo arrojó por la ventana. Después, me raptó. Pero no termina ahí. Me llevó en una larga travesía a cuestas, hasta el amanecer, hacia un lugar concreto. Las Cascadas del Mar. Más específicamente a una cueva dentro de la cascada. Ahí me dejó, aún afectado por los efectos de la droga, aunque estos ya se empezaban a disipar.
El general vino después. Esa persona, quien fuera que me atacó, no parecía ser un general de Kurama. Al menos, eso pienso ---- se justificó Juro —. He estado repasando mentalmente las pocas frases que dijo y no me cuadra. Dijo que eramos una verguenza de ninjas. Que él o ella era nadie. Que un shinobi debía de ser nadie. También dijo que las grandes villas tenían un ego demasiado grande como para crear verdaderos shinobis, especialmente, sus líderes.
Suspiró. No era algo agradable de recordar.
— Cuando me dejó en aquella gruta, dijo algo así cómo: "el lugar acordado, el momento acordado. Pronto serán otros quienes dicten tu destino. Mi trabajo aquí ha terminado". Después, se marchó.
Bien, sigue. ¿Entonces? ¿Lo venciste y ni siquiera viste qué cara tenía el tipo?
— Metemo que la historia no sigue así, Morikage-sama — suspiró Juro. Aunque omitiese el detalle del bijuu, no podía omitir otro detalle importante: la identidad del general. No le iba a gustar —. Aquella...persona... tenía el objetivo de secuestrarme, sin ninguna duda. Apuñaló a Yota a sangre fría y lo arrojó por la ventana. Después, me raptó. Pero no termina ahí. Me llevó en una larga travesía a cuestas, hasta el amanecer, hacia un lugar concreto. Las Cascadas del Mar. Más específicamente a una cueva dentro de la cascada. Ahí me dejó, aún afectado por los efectos de la droga, aunque estos ya se empezaban a disipar.
El general vino después. Esa persona, quien fuera que me atacó, no parecía ser un general de Kurama. Al menos, eso pienso ---- se justificó Juro —. He estado repasando mentalmente las pocas frases que dijo y no me cuadra. Dijo que eramos una verguenza de ninjas. Que él o ella era nadie. Que un shinobi debía de ser nadie. También dijo que las grandes villas tenían un ego demasiado grande como para crear verdaderos shinobis, especialmente, sus líderes.
Suspiró. No era algo agradable de recordar.
— Cuando me dejó en aquella gruta, dijo algo así cómo: "el lugar acordado, el momento acordado. Pronto serán otros quienes dicten tu destino. Mi trabajo aquí ha terminado". Después, se marchó.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60