23/12/2019, 17:49
—¿¡Cómo!? ¿¡Cómo que Yubiwa!? —Kenzou interrumpió a Juro durante al menos un minuto con un ataque de ira totalmente desajustado con su personalidad habitual. Se levantó y clavó un puño en la mesa, tan fuerte que incluso la madera se quebró y quedó un boquete rajado. Se dio la vuelta y arrojó la silla al suelo. Nervioso, las manos a la espalda, se paseó por todo el despacho—. Argh, lo siento, Juro. Lo siento. Ese chico ya era un poco peculiar, pero lo creía buen tipo, demonios. ¡Lo creía mi mano derecha! ¡Y ahora...! Bah. Promesa de poder. Ya me puedo imaginar a qué delirio insano se prestó. Continúa.
Lo que sucedió después, cuando Juro siguió hablando, quedaría en la memoria del joven como un shock para toda su vida. Antes de que terminase toda su exposición, Kenzou se acercó a él por la espalda y lo levantó de la silla con una sola mano. Con un movimiento del brazo, lo tumbó encima del escritorio, boca arriba. Se golpeó la palma de la mano izquierda con el puño diestro y le miró a los ojos. No fue una mirada romántica.
—En un momento como este, ¿te atreves a mentirme de una manera tan burda? —dijo Kenzou—. ¿¡Traicionas mi confianza de esta manera, Eikyuu Juro!? ¿¡EH!? ¿¡O QUIZÁS ERES TÚ ESE TIPO QUE PUEDE TRANSFORMARSE A VOLUNTAD!? ¿¡O TE HAN REVERTIDO EL SELLO COMO A AOTSUKI AYAME Y ESTOY HABLANDO CON EL BIJUU!?
»He visto a muchos hombres y mujeres mentir, Juro. Me he tragado muchas trolas y he visto a través de muchas otras. Incluso cuando no me la cuelan, sé quién estaba haciendo un buen intento por ocultarlo. Tú no eres uno de ellos. Fíjate bien. —Señaló a las manos del chico. Temblaban. Señaló a la mandíbula. Apretada. Señaló su frente. Sudaba—. Tu voz tiembla. —Se inclinó sobre la mesa, acercándose a él—. Tus ojos muestran arrepentimiento y miedo. Y has asentido para ti mismo cuando has terminado de hablar como felicitándote a ti mismo. La última técnica de Fuuton que me lanzaste me hizo poco más que cosquillas, y eso... eso era un General de Kurama, y Senju Yubiwa, un hombre capaz de alterar el mismísimo tejido del tiempo.
»Elige bien tus próximas palabras, seas quien seas. Porque yo no voy a necesitar una técnica de Fuuton para hacerte volar.
Lo que sucedió después, cuando Juro siguió hablando, quedaría en la memoria del joven como un shock para toda su vida. Antes de que terminase toda su exposición, Kenzou se acercó a él por la espalda y lo levantó de la silla con una sola mano. Con un movimiento del brazo, lo tumbó encima del escritorio, boca arriba. Se golpeó la palma de la mano izquierda con el puño diestro y le miró a los ojos. No fue una mirada romántica.
(Percepción 100) Será capaz de detectar la mentira de forma inmediata, ya sea por la entonación o por lenguaje corporal, en personas con un Carisma alto (60 puntos o menos).
—En un momento como este, ¿te atreves a mentirme de una manera tan burda? —dijo Kenzou—. ¿¡Traicionas mi confianza de esta manera, Eikyuu Juro!? ¿¡EH!? ¿¡O QUIZÁS ERES TÚ ESE TIPO QUE PUEDE TRANSFORMARSE A VOLUNTAD!? ¿¡O TE HAN REVERTIDO EL SELLO COMO A AOTSUKI AYAME Y ESTOY HABLANDO CON EL BIJUU!?
»He visto a muchos hombres y mujeres mentir, Juro. Me he tragado muchas trolas y he visto a través de muchas otras. Incluso cuando no me la cuelan, sé quién estaba haciendo un buen intento por ocultarlo. Tú no eres uno de ellos. Fíjate bien. —Señaló a las manos del chico. Temblaban. Señaló a la mandíbula. Apretada. Señaló su frente. Sudaba—. Tu voz tiembla. —Se inclinó sobre la mesa, acercándose a él—. Tus ojos muestran arrepentimiento y miedo. Y has asentido para ti mismo cuando has terminado de hablar como felicitándote a ti mismo. La última técnica de Fuuton que me lanzaste me hizo poco más que cosquillas, y eso... eso era un General de Kurama, y Senju Yubiwa, un hombre capaz de alterar el mismísimo tejido del tiempo.
»Elige bien tus próximas palabras, seas quien seas. Porque yo no voy a necesitar una técnica de Fuuton para hacerte volar.