29/12/2019, 23:07
La chica asintió muchas veces, con una energía tal que parecía que en cualquier momento se le iba a salir la cabeza de los hombros. Luego, manteniendo la sonrisa, asintió ante Kazuma.
— Lo entiendo, lo entiendo. Yo soy muy buena guardando secretos, ¿sabes? Pero sé cuando es mejor no decir nada — dijo, con una sonrisa —. Claro que puedo llevarte, Kazuma-kun. Pero tendrás que seguir mi ritmo. ¡No me gusta perder el tiempo!
Acto seguido, la chica empezó a correr y a reír a carcajada limpia. A pesar de que uno podría pensar que no empleaba todas sus fuerzas, era condenadamente rápida. Recorrió la calle de golpe y giró por uno de los múltiples callejones. Kazuma se daría cuenta, al instante, de que era incapaz de seguir su ritmo. Quizá, dandose cuenta de esto, la chica lo bajó un poco, permitiendole, al menos, ver su figura segundos antes de que girara la calle o diera la vuelta. Así se pasarían cinco minutos. El distrito de la armería era grande y, en cierto modo, laberíntico.
Había casas árbol por todas partes, pero aun así, no se veía ni un solo habitante. Y ese olor continuaba.
Pronto, Kazuma notaría algo. Había humedad bajo sus pies. Toda la calle estaba completamente encharcada.
— Lo estás oliendo, ¿verdad? — murmuró la chica, la cuál se había detenido en mitad de una de las calles, a espaldas del genin. La calle era bastante estrecha y debido a los edificios, la sombra oscurecía gran parte de la misma.
— Lo entiendo, lo entiendo. Yo soy muy buena guardando secretos, ¿sabes? Pero sé cuando es mejor no decir nada — dijo, con una sonrisa —. Claro que puedo llevarte, Kazuma-kun. Pero tendrás que seguir mi ritmo. ¡No me gusta perder el tiempo!
Acto seguido, la chica empezó a correr y a reír a carcajada limpia. A pesar de que uno podría pensar que no empleaba todas sus fuerzas, era condenadamente rápida. Recorrió la calle de golpe y giró por uno de los múltiples callejones. Kazuma se daría cuenta, al instante, de que era incapaz de seguir su ritmo. Quizá, dandose cuenta de esto, la chica lo bajó un poco, permitiendole, al menos, ver su figura segundos antes de que girara la calle o diera la vuelta. Así se pasarían cinco minutos. El distrito de la armería era grande y, en cierto modo, laberíntico.
Había casas árbol por todas partes, pero aun así, no se veía ni un solo habitante. Y ese olor continuaba.
Pronto, Kazuma notaría algo. Había humedad bajo sus pies. Toda la calle estaba completamente encharcada.
— Lo estás oliendo, ¿verdad? — murmuró la chica, la cuál se había detenido en mitad de una de las calles, a espaldas del genin. La calle era bastante estrecha y debido a los edificios, la sombra oscurecía gran parte de la misma.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
...
Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60