30/12/2019, 19:33
Takumi se despertó en una pensión situada a la entrada de Notsuba, no era la mejor cama que había probado y la verdad es que no le apetecía mucho comprobar el estado del baño, pero era barata y a las horas que llegó el día anterior a la ciudad no le apetecía demasiado buscar algo medianamente decente. Estaba otra vez en Notsuba con el objetivo de conocer a Kamahora Saki, una conocida artista, mecenas y antigua marionetista.
La primera vez que escuchó su nombre fue durante su periodo de entrenamiento con Itona, le habló de una excelente marionetista cuyas creaciones eran de una calidad suprema, consideradas obras de arte por la mayoría del gremio. Hacía cosa de una semana que vio en una revista local de su aldea un reportaje hablando de esta señora, lo cual le hizo venir a esta ciudad lo más rápido posible, si tenía la posibilidad de hablar con ella sería genial y con algo de suerte sacaría alguna idea para una marioneta o accesorio nuevo.
Bajó las escaleras y tras tomar un buen café en la taberna contigua se dispuso a caminar hacia la localización de la maestra marionetista.
«Espero que Saki-sensei esté dispuesta a recibirme, no soy más que un novato en cuanto a las marionetas y no me apetecería tener que probar a ver si ella conocía al viejo Itona para que acepte a hablar conmigo... No sé, veremos si hay suerte.»
La primera vez que escuchó su nombre fue durante su periodo de entrenamiento con Itona, le habló de una excelente marionetista cuyas creaciones eran de una calidad suprema, consideradas obras de arte por la mayoría del gremio. Hacía cosa de una semana que vio en una revista local de su aldea un reportaje hablando de esta señora, lo cual le hizo venir a esta ciudad lo más rápido posible, si tenía la posibilidad de hablar con ella sería genial y con algo de suerte sacaría alguna idea para una marioneta o accesorio nuevo.
Bajó las escaleras y tras tomar un buen café en la taberna contigua se dispuso a caminar hacia la localización de la maestra marionetista.
«Espero que Saki-sensei esté dispuesta a recibirme, no soy más que un novato en cuanto a las marionetas y no me apetecería tener que probar a ver si ella conocía al viejo Itona para que acepte a hablar conmigo... No sé, veremos si hay suerte.»