2/01/2020, 05:16
Karamaru seguía sin palabras, relajándose de a poco al compás de las palabras de su compañera. Tal vez había reaccionado de más, no hubiese sido la primera vez, él se conocía. Tenía que calmarse, tal vez que todo era un malentendido, tal vez que todo terminaba bien y que la única manera de resolver las cosas no era con enojos y palizas. Tal vez debía de aprender de la diplomacia de Ranko, hablando tranquilidad, pero aún así, ella no estaba en su posición. ¿Cuál era su posición? Estaba enojado pero ¿por qué? No tenía realmente motivos para estarlo, o al menos no los tenía seguro. La mente de Karamaru pensaba sin pensar en unos pocos segundos.
— Si, eso.— soltó un largo suspiro ahuyentando el enojo por la boca y sacó un pequeño sobre blanco de uno de sus bolsillos— De parte de mi prima. Espero que te acuerdes.
Sí, era con tono amenazante pero no le importaba. Yamato, dudoso pero con curiosidad, tomó el sobre y no tardó en abrirlo y leerlo. Una ligera sonrisa fue creciendo en tamaño a medida que sus ojos pasaban por cada palabra.
— ¿En serio? ¿Crees que yo iba a olvidar de esto? Asa, tu prima, nos conocemos desde hace tiempo. Ahora entiendo tu enojo. Sí, me fui medio de pronto, diría que somos medio pareja, algunos familiares me conocen. Emm, esto es un lío, lo sé.— tartamudeaba, estaba confuso, pisaba las palabras y el barullo de fondo no ayudaba. Ahora las dudas crecían del lado amejin.
— La cosa es así, no puedo perder mucho más tiempo. Soy de un pueblo cercano, hubo un problema con el señor feudal y yo soy... digamos, una especie de organizador. Conozco la ciudad, tuve buena educación, una especie de representante. El problema surgió de repente y tuve que partir del País de la Lluvia para ayudarlos y, como verás, estamos en pleno proceso. No es lo que te imaginas, por favor quítate eso de la cabeza.
— E-esta bien.— aceptaba a regañadientes, mirando a su compañera para buscar un poco de aprobación. No esperaba tener que llegar a esa situación y que nada fuese como esperaba, y otra vez las imaginaciones de su cabeza le jugaban una mala pasada.
— Pero son shinobi y kunoichi, ¿no? Nos vendría bien su ayuda, no hace falta que se vayan. Déjenme contarles a que viene todo esto.
Yamato buscaba una confirmación y Karamaru, aún un poco ido, volvió a buscar la mirada de su compañera para saber como actuar.
— Si, eso.— soltó un largo suspiro ahuyentando el enojo por la boca y sacó un pequeño sobre blanco de uno de sus bolsillos— De parte de mi prima. Espero que te acuerdes.
Sí, era con tono amenazante pero no le importaba. Yamato, dudoso pero con curiosidad, tomó el sobre y no tardó en abrirlo y leerlo. Una ligera sonrisa fue creciendo en tamaño a medida que sus ojos pasaban por cada palabra.
— ¿En serio? ¿Crees que yo iba a olvidar de esto? Asa, tu prima, nos conocemos desde hace tiempo. Ahora entiendo tu enojo. Sí, me fui medio de pronto, diría que somos medio pareja, algunos familiares me conocen. Emm, esto es un lío, lo sé.— tartamudeaba, estaba confuso, pisaba las palabras y el barullo de fondo no ayudaba. Ahora las dudas crecían del lado amejin.
— La cosa es así, no puedo perder mucho más tiempo. Soy de un pueblo cercano, hubo un problema con el señor feudal y yo soy... digamos, una especie de organizador. Conozco la ciudad, tuve buena educación, una especie de representante. El problema surgió de repente y tuve que partir del País de la Lluvia para ayudarlos y, como verás, estamos en pleno proceso. No es lo que te imaginas, por favor quítate eso de la cabeza.
— E-esta bien.— aceptaba a regañadientes, mirando a su compañera para buscar un poco de aprobación. No esperaba tener que llegar a esa situación y que nada fuese como esperaba, y otra vez las imaginaciones de su cabeza le jugaban una mala pasada.
— Pero son shinobi y kunoichi, ¿no? Nos vendría bien su ayuda, no hace falta que se vayan. Déjenme contarles a que viene todo esto.
Yamato buscaba una confirmación y Karamaru, aún un poco ido, volvió a buscar la mirada de su compañera para saber como actuar.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘ Telepatía ◘