2/01/2020, 16:49
(Última modificación: 2/01/2020, 16:52 por Amedama Daruu. Editado 1 vez en total.)
El trío de ninjas comenzó a caminar a lo largo de las avenidas y entre los canales de la Villa Oculta de la Tormenta. Daruu se dio cuenta de que llevaba una sonrisa de tonto dibujada en la cara: hacía mucho tiempo que no llevaban a cabo una misión los tres, como equipo, y eso le hacía muy feliz. Además, las cosas volvían a ser como siempre: Byakugan incluído. En cierta manera, era como haber recuperado una antigua vida que ya consideraba perdida.
—Siempre me lo he preguntado: ¿Qué hay en el Bosque de Azur para que esté prohibido el paso? —preguntó Ayame.
—Nadie lo sabe exactamente —contestó Daruu—. La mayoría de los que se adentran más allá del límite no vuelven. Los que lo hacen, vuelven locos.
—Siempre me lo he preguntado: ¿Qué hay en el Bosque de Azur para que esté prohibido el paso? —preguntó Ayame.
—Nadie lo sabe exactamente —contestó Daruu—. La mayoría de los que se adentran más allá del límite no vuelven. Los que lo hacen, vuelven locos.