5/01/2020, 21:46
—Viejo zorro...
Aquella fue una respuesta mascullada, casi para sí mismo. Como quien se encuentra pillado en calzones mientras comete una travesura, Akame se revolvió, visiblemente incómodo, en su asiento. ¿Tenía sentido seguir negándolo? Zaide era un Uchiha, uno muy experimentado, y además parecía un tipo inteligente. Probablemente el negar la evidencia sería tomado como un insulto por su parte, y a Akame no le convenía tenerlo a malas. Al fin y al cabo, todavía necesitaba aprender muchas cosas de él.
De modo que el más joven de los Uchiha suspiró con fastidio, apuró el té negro y luego se cruzó de brazos.
—Me está bien empleado por intentar salvarle la vida a unos cabronazos como vosotros —concluyó—. No voy a negar la evidencia. Todos me vieron usarlo en el Kaji Saiban, cuando evité que Otohime acabara convertida en un palito de carne a la brasa. Así que sí, ese es el poder de mi Mangekyō izquierdo. ¿Contento?
Evidentemente molesto, Akame se giró para hacerle señas al mesero y pedir otro té negro con mucho hielo. Luego volvió a la conversación.
—¿La Arashikage, eh? ¿Oriundo de Amegakure no Sato, imagino? —disparó, respondiendo con otra pregunta—. ¿Qué le hiciste a la buena de Yui? Apenas he tenido el placer dudoso de verla un par de veces, pero según tengo entendido es una hija de puta de cuidado. Vamos a tener que andarnos con mucho ojo en Tsuchi no Kuni, dudo que haya una distancia de seguridad lo suficientemente segura si esa mujer te quiere hincar el diente.
Aquella fue una respuesta mascullada, casi para sí mismo. Como quien se encuentra pillado en calzones mientras comete una travesura, Akame se revolvió, visiblemente incómodo, en su asiento. ¿Tenía sentido seguir negándolo? Zaide era un Uchiha, uno muy experimentado, y además parecía un tipo inteligente. Probablemente el negar la evidencia sería tomado como un insulto por su parte, y a Akame no le convenía tenerlo a malas. Al fin y al cabo, todavía necesitaba aprender muchas cosas de él.
De modo que el más joven de los Uchiha suspiró con fastidio, apuró el té negro y luego se cruzó de brazos.
—Me está bien empleado por intentar salvarle la vida a unos cabronazos como vosotros —concluyó—. No voy a negar la evidencia. Todos me vieron usarlo en el Kaji Saiban, cuando evité que Otohime acabara convertida en un palito de carne a la brasa. Así que sí, ese es el poder de mi Mangekyō izquierdo. ¿Contento?
Evidentemente molesto, Akame se giró para hacerle señas al mesero y pedir otro té negro con mucho hielo. Luego volvió a la conversación.
—¿La Arashikage, eh? ¿Oriundo de Amegakure no Sato, imagino? —disparó, respondiendo con otra pregunta—. ¿Qué le hiciste a la buena de Yui? Apenas he tenido el placer dudoso de verla un par de veces, pero según tengo entendido es una hija de puta de cuidado. Vamos a tener que andarnos con mucho ojo en Tsuchi no Kuni, dudo que haya una distancia de seguridad lo suficientemente segura si esa mujer te quiere hincar el diente.