8/01/2020, 20:47
Uchiha Akame no respondió. Ni siquiera hizo amago de intentarlo. Apenas las últimas palabras de aquella mujer salieron de sus labios, las últimas que pronunciaría en toda su vida, el renegado realizó un movimiento veloz con su mano derecha. De debajo de su manga salió un kunai, propulsado por el mecanismo automático que Akame tenía en la muñeca, oculto, y los dedos expertos se aferraron en torno al mango. Como una centella negra, la punta de aquel puñal trataría de perforar la garganta de la forajida, de parte a parte, para que se ahogara en su propia sangre.