10/01/2020, 16:36
El Uchiha se volteó a derecha, al frente, a la izquierda, tratando de encontrar al emisor de aquel eco que parecía retumbar por toda la caverna. Cuando por fin lo encontró, tuvo que hacer acopio de toda su fuerza de voluntad para no cagarse encima: literalmente. Sólo el propósito que ahora le alumbraba, nacido de una sinceridad consigo mismo que hacía tiempo que no encontraba, le permitió mantenerse firme. Alzó los ojos, buscando los de aquel gigantesco reptil que le correspondía en sus anhelos.
«Por todos los dioses habidos y por haber... ¿Cuánto mide este bicharraco? ¿Puede siquiera una serpiente ser tan jodidamente grande?»
Tragó saliva. Ahora entendía de qué clase de depredador huían las ratas: de uno que quizá ni siquiera un shinobi de nivel jōnin podía hacer frente. Pero luchó contra el miedo, alimentándose de su creciente ambición, y en lugar de retroceder avanzó un paso hacia la gran serpiente. O hacia su cabeza, más bien, puesto que toda la longitud de ella le rodeaba ya como una cárcel letal.
—Ya somos dos, entonces —habló, por fin—. Uchiha Akame. ¿Es esta tu morada? Me aseguraron que aquí encontraría lo que busco, pero no sé si era cierto. ¿Acaso tú tienes el poder que busco?
«Por todos los dioses habidos y por haber... ¿Cuánto mide este bicharraco? ¿Puede siquiera una serpiente ser tan jodidamente grande?»
Tragó saliva. Ahora entendía de qué clase de depredador huían las ratas: de uno que quizá ni siquiera un shinobi de nivel jōnin podía hacer frente. Pero luchó contra el miedo, alimentándose de su creciente ambición, y en lugar de retroceder avanzó un paso hacia la gran serpiente. O hacia su cabeza, más bien, puesto que toda la longitud de ella le rodeaba ya como una cárcel letal.
—Ya somos dos, entonces —habló, por fin—. Uchiha Akame. ¿Es esta tu morada? Me aseguraron que aquí encontraría lo que busco, pero no sé si era cierto. ¿Acaso tú tienes el poder que busco?