17/01/2020, 12:52
La última pisada de Ayame sonó con fuerza, y no era la única que disponía de un sentido del oído aventajado.
—¡Nejima, cuidado! —exclamó.
Como un resorte, el muchacho rubio se enderezó y dio un salto hacia adelante, placando a la niña y soltando el hacha, que cayó al suelo clavándose en tierra. Ayame apuñaló al aire y la inercia de su movimiento ultrarrápido hizo que clavase el arma más tarde en el tronco de un árbol en el lado opuesto del claro. Y ese arma ya no saldría de allí, pues no tenía la suficiente Fuerza como para retirarla.
—¡No es ese hijo de puta de Amegakure! ¿¡Quién eres entonces!? ¿¡Refuerzos de esa puta de Yui!? —espetó la mujer, desenvainando desde su cintura dos espadas de aspecto peligroso.
—Oh, ella también es de Amegakure, ¿no te acuerdas de ella...? —El otro chico se levantó, poco a poco. La niña, a su lado, enarbolaba un pequeño cuchillo, y con los ojos empapados en lágrimas, se acercó para tratar de apuñalarle en el costado. Pero él dio un manotazo al aire y mandó el cuchillo a volar. La niña, asustada, retrocedió. El rubio parecía haber perdido todo interés en ella. La chiquilla retrocedió lentamente—. Eh, alien, ¿has estado ocupada, eh?
—No me jodas, incluso a este monstruo feo le han dado la placa de chūnin?
Oh, ahora los recordaba. Estaban algo crecidos y tenían un aspecto desmejorado. Pero Nejima y Kodama seguían siendo los mismos de siempre. Simplemente habían aumentado sus expectativas de abuso sobre los débiles.
Nejima miró a la niña de reojo, que estaba apoyada en el tronco de un árbol. Le sonrió de forma sádica. Ella le devolvió una mirada cargada de dolor y se perdió entre los arbustos.
—Oh... me pregunto... ¿quién la encontrará primero? ¡Jajaja! —Súbitamente, el exiliado se giró hacia el linde del claro y salió corriendo tras la pobre chiquilla. Los troncos de los árboles le cogieron como refugio.
Pero Ayame tenía a Kodama a la retaguardia. No podía dejar de prestarle atención tampoco. La mujer se abalanzó sobre ella con un corte de las espadas en cruz.
—¡Ahh, la "guardiana"! ¡Por eso te ascendieron, enchufada! ¡Puto alien asqueroso!
—¡Nejima, cuidado! —exclamó.
Como un resorte, el muchacho rubio se enderezó y dio un salto hacia adelante, placando a la niña y soltando el hacha, que cayó al suelo clavándose en tierra. Ayame apuñaló al aire y la inercia de su movimiento ultrarrápido hizo que clavase el arma más tarde en el tronco de un árbol en el lado opuesto del claro. Y ese arma ya no saldría de allí, pues no tenía la suficiente Fuerza como para retirarla.
—¡No es ese hijo de puta de Amegakure! ¿¡Quién eres entonces!? ¿¡Refuerzos de esa puta de Yui!? —espetó la mujer, desenvainando desde su cintura dos espadas de aspecto peligroso.
—Oh, ella también es de Amegakure, ¿no te acuerdas de ella...? —El otro chico se levantó, poco a poco. La niña, a su lado, enarbolaba un pequeño cuchillo, y con los ojos empapados en lágrimas, se acercó para tratar de apuñalarle en el costado. Pero él dio un manotazo al aire y mandó el cuchillo a volar. La niña, asustada, retrocedió. El rubio parecía haber perdido todo interés en ella. La chiquilla retrocedió lentamente—. Eh, alien, ¿has estado ocupada, eh?
—No me jodas, incluso a este monstruo feo le han dado la placa de chūnin?
Oh, ahora los recordaba. Estaban algo crecidos y tenían un aspecto desmejorado. Pero Nejima y Kodama seguían siendo los mismos de siempre. Simplemente habían aumentado sus expectativas de abuso sobre los débiles.
Nejima miró a la niña de reojo, que estaba apoyada en el tronco de un árbol. Le sonrió de forma sádica. Ella le devolvió una mirada cargada de dolor y se perdió entre los arbustos.
—Oh... me pregunto... ¿quién la encontrará primero? ¡Jajaja! —Súbitamente, el exiliado se giró hacia el linde del claro y salió corriendo tras la pobre chiquilla. Los troncos de los árboles le cogieron como refugio.
Pero Ayame tenía a Kodama a la retaguardia. No podía dejar de prestarle atención tampoco. La mujer se abalanzó sobre ella con un corte de las espadas en cruz.
—¡Ahh, la "guardiana"! ¡Por eso te ascendieron, enchufada! ¡Puto alien asqueroso!