18/01/2020, 14:35
Daruu chocó la mano con Daigo apretándosela bien fuerte. El muchacho había crecido un poco, pero por lo demás era exactamente como lo recordaba. Quizás la mayor diferencia que el otro muchacho descubriese en Daruu se encontraba en sus ojos: quién sabe, dependía si durante el examen de chūnin se había fijado en que sus ojos no eran blancos sino púrpuras. Y ahora... volvían a ser completamente blancos.
—¡Ya te digo, tío! Desde el examen, si no me equivoco. Me quedé con ganas de charlar un poco contigo... antes de que todo se fuera a la mierda, claro. —Feo asunto, aquél. Menos mal que con la Alianza todo había quedado en el pasado—. ¿Qué te trae por Yachi?
—¡Ya te digo, tío! Desde el examen, si no me equivoco. Me quedé con ganas de charlar un poco contigo... antes de que todo se fuera a la mierda, claro. —Feo asunto, aquél. Menos mal que con la Alianza todo había quedado en el pasado—. ¿Qué te trae por Yachi?