18/01/2020, 17:55
Daruu rio.
—Es verdad, los kusareños tenéis fama de ser buenos taijutseros, aunque no será por el último contra el que peleé —dijo—. Ese muchacho, Juro. Es un poco enclenque, ¿no? Era muy hábil con las marionetas, pero en cuanto le alcancé no tuvo nada que hacer. —De un salto, Daruu saltó del andén y observó las montañas del Valle, a la izquierda—. ¿Sabes? Es una putada que la estación esté aquí y no llegue a los Dojos. Ahora tenemos que atravesar todo el bosque siguiendo las vías y luego girar a la izquierda. Es que si te quedas en el tren, macho, te vas al puto desierto.
»Bueno, eso, que sí. Que me apunto a pelear contra ti cuando quieras. La batalla del Torneo estuvo genial, estaría bien ver cuánto has mejorado.
—Es verdad, los kusareños tenéis fama de ser buenos taijutseros, aunque no será por el último contra el que peleé —dijo—. Ese muchacho, Juro. Es un poco enclenque, ¿no? Era muy hábil con las marionetas, pero en cuanto le alcancé no tuvo nada que hacer. —De un salto, Daruu saltó del andén y observó las montañas del Valle, a la izquierda—. ¿Sabes? Es una putada que la estación esté aquí y no llegue a los Dojos. Ahora tenemos que atravesar todo el bosque siguiendo las vías y luego girar a la izquierda. Es que si te quedas en el tren, macho, te vas al puto desierto.
»Bueno, eso, que sí. Que me apunto a pelear contra ti cuando quieras. La batalla del Torneo estuvo genial, estaría bien ver cuánto has mejorado.