19/01/2020, 18:47
Amekoro Yui esperó, impaciente, el final del chiste.
No llegó.
—¿Cómo dices, Amedama? —¿Había escuchado mal, entonces?—. ¿Qué hicisteis qué? ¿Cómo que os habéis cargado...? ¡Explicaos! -exclamó. El golpe había sido tan directo y contundente que hasta ella se había quedado, por un momento, anestesiada.
No llegó.
—¿Cómo dices, Amedama? —¿Había escuchado mal, entonces?—. ¿Qué hicisteis qué? ¿Cómo que os habéis cargado...? ¡Explicaos! -exclamó. El golpe había sido tan directo y contundente que hasta ella se había quedado, por un momento, anestesiada.