19/01/2020, 18:56
Daruu tragó saliva. Él no tenía la labia de Uchiha Datsue, que salía airoso de cualquier conversación mintiendo, exagerando o adornando las cosas con su encanto natural. Sin embargo, de lo que sí disponía era de algo de ingenio. Ahora, ese ingenio trataba de darle la vuelta a los acontecimientos a toda velocidad para encontrar el perfil adecuado con el que presentárselos a Yui. Sabía que si tardaba mucho en explicarle, la ira caería sobre él como un mazo, pero tenía que encontrar las palabras adecuadas. O mejor dicho, el comienzo adecuado.
—Hace tiempo que, pensando en los términos de la Alianza —dijo Daruu. «Recuerda, Daruu, sin anestesia. Abrúmala y luego asesta el giro de guión que en realidad quiere oír»—, ambos hicimos las paces con Uchiha Datsue. Le dimos nuestras marcas de sangre y él nos dio un sello con el que comunicarnos entre los tres, por si un General iba a por él, ya sabe. El caso es que hace un rato, un General se presentó donde estaba. —Tomó un breve milisegundo de aire antes de que Yui estallara—. Ya se imagina el resto, llegamos, vimos y vencimos. El General es historia. Ah, ¿y sabe quien estaba allí? Sarutobi Hanabi.
El giro de guión, el giro de guión.
»Les salvamos la vida a ambos. Eso quiere decir, Yui-sama, que Sarutobi Hanabi nos debe la vida. Le debe la vida a Amegakure. Ellos dos... le deben la vida... a usted.
«¿Colará?» Daruu esperaba que junto al torrente de emociones negativas que sacudiera a Yui, se entremezclasen también el orgullo de que dos de sus ninjas no sólo hubieran matado a un General, sino que además hubieran forjado una deuda. A ver, que era una verdad a medias, Daruu estaba seguro de que Hanabi les agradecería eternamente, pero hasta ese punto...
...claro que a quien era importante convencer era a Yui.
—Hace tiempo que, pensando en los términos de la Alianza —dijo Daruu. «Recuerda, Daruu, sin anestesia. Abrúmala y luego asesta el giro de guión que en realidad quiere oír»—, ambos hicimos las paces con Uchiha Datsue. Le dimos nuestras marcas de sangre y él nos dio un sello con el que comunicarnos entre los tres, por si un General iba a por él, ya sabe. El caso es que hace un rato, un General se presentó donde estaba. —Tomó un breve milisegundo de aire antes de que Yui estallara—. Ya se imagina el resto, llegamos, vimos y vencimos. El General es historia. Ah, ¿y sabe quien estaba allí? Sarutobi Hanabi.
El giro de guión, el giro de guión.
»Les salvamos la vida a ambos. Eso quiere decir, Yui-sama, que Sarutobi Hanabi nos debe la vida. Le debe la vida a Amegakure. Ellos dos... le deben la vida... a usted.
«¿Colará?» Daruu esperaba que junto al torrente de emociones negativas que sacudiera a Yui, se entremezclasen también el orgullo de que dos de sus ninjas no sólo hubieran matado a un General, sino que además hubieran forjado una deuda. A ver, que era una verdad a medias, Daruu estaba seguro de que Hanabi les agradecería eternamente, pero hasta ese punto...
...claro que a quien era importante convencer era a Yui.