20/01/2020, 02:47
(Última modificación: 20/01/2020, 02:49 por King Roga. Editado 1 vez en total.)
El tiempo empezaba a correr y aún no había logrado mandar al suelo al intruso. No había pasado a una postura ofensiva del todo, aunque eso era conveniente para el ninja de las manos de oro. Su primer golpe se vio totalmente frustrado, aunque el segundo logró pasar por una rendija, rozando las carnes del genin de la lluvia como el de las espinas de las rosas. A Kisame le dolería aquel arañazo, pero era apenas una caricia comparado al daño que podría recibir si recibía un impacto directo.
Su oponente pareció fruncir el ceño, o al menos eso es lo que el pelinegro lograría apreciar desde su escondite. Estaba siendo demasiado molesto, ese mapache no dejaba de huir, pero el tejón haría todo lo posible por ponerle las manos encima. Retiraríaa rápidamente su zurda y lanzaría un nuevo golpe con la diestra. Al haber debilitado previamente con sus dos impactos aquella muralla, apuntó un tercero a la rendija con fuerza que terminaría por abrir un hueco en sus defensas. Esta vez buscaba el hombro derecho, pues dado que la mayoría de personas eran diestras, su lógico pensamiento era lesionar su principal brazo útil para así facilitar su tarea.
Su oponente pareció fruncir el ceño, o al menos eso es lo que el pelinegro lograría apreciar desde su escondite. Estaba siendo demasiado molesto, ese mapache no dejaba de huir, pero el tejón haría todo lo posible por ponerle las manos encima. Retiraríaa rápidamente su zurda y lanzaría un nuevo golpe con la diestra. Al haber debilitado previamente con sus dos impactos aquella muralla, apuntó un tercero a la rendija con fuerza que terminaría por abrir un hueco en sus defensas. Esta vez buscaba el hombro derecho, pues dado que la mayoría de personas eran diestras, su lógico pensamiento era lesionar su principal brazo útil para así facilitar su tarea.