20/01/2020, 23:28
Todo sucedió con extrema velocidad. Solo buscaba algo de yesca, como su compañero. Encender un fuego y entrar a la boca del lobo parecía, no la mejor, sino la única opción que tenían. Un hombre apareció en la cueva. Era grande y portaba una gran nodachi delante de él. Algo que intimidó bastante al genin y automáticamente lo enlazó directamente con el tipo que había descrito la mujer. Los lamentos que venían de dentro de la cueva le hicieron estremecerse, se levantó rápidamente y se puso en guardia esperando un posible ataque, cuando... Su compañero le preguntó por su forma de pelear, algo bastante obvio. El era... Marionetista? Curioso, nunca había peleado junto a uno y quería ver de qué eran capaces.
-Trata de que no se me acerque demasiado, yo te cubro desde atrás -Se limitó a decir el genin mientras preparaba en sus manos el primer sello de una secuencia por si acaso -Deberíamos pelear fuera, si uso mis técnicas aquí dentro la cueva podría derrumbarse y la niña moriría aplastada -Aclaró con tono frío, concentrado para la batalla inminente.
-Eh, niñatos! Qué mierda buscáis aquí!? Largo, no se os ha perdido nada en este lugar... -Dijo el hombre de la gran katana mientras se les acercaba lentamente mientras se dirigía a los ninjas con un tono bastante soez.
Parecía molesto más que enfadado y realmente, daba la sensación de no entender por qué estaban allí. A medida que se acercaba se pudo distinguir a un hombre ya entrado en edad, de piel curtida por el sol y marcadas arrugas en su cara, con una fina perilla grisácea que se extendía desde la parte inferior de su labio. La mitad superior de su cara estaba cubierta por una kasa de hierro bastante fino ataca con un cordel a la parte baja de su cabeza. Era un hombre fornido ataviado por un kimono y una hakama de un verde tan oscuro que incluso se confundía con negro por la escasa luz. En sus pies, unas sandalias geta de madera oscura acompañadas de unos calcetines negros.
-Trata de que no se me acerque demasiado, yo te cubro desde atrás -Se limitó a decir el genin mientras preparaba en sus manos el primer sello de una secuencia por si acaso -Deberíamos pelear fuera, si uso mis técnicas aquí dentro la cueva podría derrumbarse y la niña moriría aplastada -Aclaró con tono frío, concentrado para la batalla inminente.
-Eh, niñatos! Qué mierda buscáis aquí!? Largo, no se os ha perdido nada en este lugar... -Dijo el hombre de la gran katana mientras se les acercaba lentamente mientras se dirigía a los ninjas con un tono bastante soez.
Parecía molesto más que enfadado y realmente, daba la sensación de no entender por qué estaban allí. A medida que se acercaba se pudo distinguir a un hombre ya entrado en edad, de piel curtida por el sol y marcadas arrugas en su cara, con una fina perilla grisácea que se extendía desde la parte inferior de su labio. La mitad superior de su cara estaba cubierta por una kasa de hierro bastante fino ataca con un cordel a la parte baja de su cabeza. Era un hombre fornido ataviado por un kimono y una hakama de un verde tan oscuro que incluso se confundía con negro por la escasa luz. En sus pies, unas sandalias geta de madera oscura acompañadas de unos calcetines negros.