21/01/2020, 00:55
Las primeras dos agujas atravesaron limpiamente el cuello del primero de los Lobos de Azur. Fue la Intangible derecha quien atravesó el corazón del segundo. El tercero, este sí un genin exiliado de Amegakure, formuló una corta serie de sellos y le disparó a la cara una bola de fuego. Daruu envolvió la Intangible en una capa de rayos y seccionó el jutsu por la mitad, que se deshizo en el aire como virutas de fuego saltando de una chimenea. Él era el último de los que vigilaban el exterior de aquella caseta de madera, y aunque no pensaba atacarle, Daruu supo que estaba a punto de morir cuando sintió una brisa de aire helado.