21/01/2020, 20:57
Takumi andaba al lado de la mujer, la cual agarraba la caja con una notable felicidad. Llegaron a un cruce, el cual el marionetista quería recordar que era donde había tenido la pequeña escaramuza con el amigo del machete, pero ahí no había nadie ahora. «¿No era aquí dónde me encontré con la mujer? Si que se han dado prisa en huir, aunque no deben de haber ido muy lejos.» En ese momento el gennin se percató de una mancha de sangre en el suelo, confirmando que era el lugar y fijándose con más detenimiento vio como la sangre hacía un pequeño rastro en dirección a otra calle. Siguió con la mirada las manchas hasta que su vista dio con una persona, no muy alta, de largos y níveos cabellos arrastrando a los dos maleantes.
—¿Eh? —Musitó mientras le daba unos toques a la mujer y le señalaba hacia el rescatador de los bandidos. —¡Ehhhhhhhh! ¿¡Adónde te llevas a esos dos!?
—¿Eh? —Musitó mientras le daba unos toques a la mujer y le señalaba hacia el rescatador de los bandidos. —¡Ehhhhhhhh! ¿¡Adónde te llevas a esos dos!?