21/01/2020, 21:24
(Última modificación: 21/01/2020, 21:25 por Taka Kisame. Editado 1 vez en total.)
El genin tomó asiento en el cómodo sillón y comenzó a escucharle. Efectivamente, era un pez gordo de aquella zona y al parecer del ámbito militar. Antes de que comenzar a hablar ya podía imaginarse de que iba todo este asunto, por lo que se dispuso a contarle su intención inicial, la cual, a pesar de haber acabado hablando de otros temas, nunca había cambiado.
-Taka Kisame, genin de Amegakure -Se presentó una vez acabó aquel hombre.
Y nuevamente, sus sospechas se habían hecho realidad. No era demasiado dificil pensar que un representante de la ley de alto rango quisiera preguntarle sobre lo allí ocurrido. Al fin y al cabo, lo que había hecho no era un delito pero tampoco estaba bien visto entre ese tipo de gente, por lo evidente de ir por ahí charlando con criminales.
-Bien... Pude ver su bandana rasgada al entrar en la taberna, señal inequívoca de que se trataba de un shinobi renegado. Lo primero que quise hacer es identificar el nivel de poder del susodicho ninja. Como usted puede imaginar, para mí es casi obligación intentar encarcelar a los desertores de mi aldea, pero no puedo ser un suicida por ello -Hizo una breve pausa para observar su reacción y continuó -No tardé en darme cuenta que, a pesar de su gran estado de embriagadez no estaba, ni por asomo, al alcance de mis posibilidades capturarle y llevarle frente a Yui-sama. Así que opté por intentar recabar información sobre él, como por ejemplo su escondite para hacer un reporte a la aldea y que pudieran enviar a un shinobi cualificado para encargarse de dicho hombre. Obviamente, ocultando mi procedencia para que todo fuera creíble -Prosiguió, con tono frío pero serio -No tardé en darme cuenta también que, para mi desgracia, aquel hombre acabó dándose cuenta también de que era un shinobi de Amegakure. Para entonces aún no había conseguido suficiente información, así que traté de simular un trato cordial para poder conseguir algo. Acabé consiguiendo saber donde se esconde, o al menos donde se iba a esconder antes de que vinieran a por él. El resto usted ya lo sabe. Nos atacaron y yo solo pude defenderme. Traté de llevar el combate fuera de la taberna para no causar grandes daños materiales, y ese error casi me cuesta la vida.
Terminó intentando parecer convincente, aunque realmente en aquellas declaraciones no había apenas una pequeña mentira, el resto solo habían sido verdades que había ocultado. Era alguien que sabía hablar y, dado que aquel hombre no había intentado intimidarle por el momento, estaba totalmente calmado.
-Taka Kisame, genin de Amegakure -Se presentó una vez acabó aquel hombre.
Y nuevamente, sus sospechas se habían hecho realidad. No era demasiado dificil pensar que un representante de la ley de alto rango quisiera preguntarle sobre lo allí ocurrido. Al fin y al cabo, lo que había hecho no era un delito pero tampoco estaba bien visto entre ese tipo de gente, por lo evidente de ir por ahí charlando con criminales.
-Bien... Pude ver su bandana rasgada al entrar en la taberna, señal inequívoca de que se trataba de un shinobi renegado. Lo primero que quise hacer es identificar el nivel de poder del susodicho ninja. Como usted puede imaginar, para mí es casi obligación intentar encarcelar a los desertores de mi aldea, pero no puedo ser un suicida por ello -Hizo una breve pausa para observar su reacción y continuó -No tardé en darme cuenta que, a pesar de su gran estado de embriagadez no estaba, ni por asomo, al alcance de mis posibilidades capturarle y llevarle frente a Yui-sama. Así que opté por intentar recabar información sobre él, como por ejemplo su escondite para hacer un reporte a la aldea y que pudieran enviar a un shinobi cualificado para encargarse de dicho hombre. Obviamente, ocultando mi procedencia para que todo fuera creíble -Prosiguió, con tono frío pero serio -No tardé en darme cuenta también que, para mi desgracia, aquel hombre acabó dándose cuenta también de que era un shinobi de Amegakure. Para entonces aún no había conseguido suficiente información, así que traté de simular un trato cordial para poder conseguir algo. Acabé consiguiendo saber donde se esconde, o al menos donde se iba a esconder antes de que vinieran a por él. El resto usted ya lo sabe. Nos atacaron y yo solo pude defenderme. Traté de llevar el combate fuera de la taberna para no causar grandes daños materiales, y ese error casi me cuesta la vida.
Terminó intentando parecer convincente, aunque realmente en aquellas declaraciones no había apenas una pequeña mentira, el resto solo habían sido verdades que había ocultado. Era alguien que sabía hablar y, dado que aquel hombre no había intentado intimidarle por el momento, estaba totalmente calmado.