21/01/2020, 22:09
El genin trataba de ocultar su molestia. Estaba hasta los cojones de que todo el mundo le menospreciara. Si no era por su aspecto, era por intentar hacer las cosas bien. Todo el mundo se le echaba encima al mínimo fallo y, aunque las intenciones fueran buenas, cuando el resultado es malo es como si hubiese hecho el mal a propósito. Con cada nueva persona que conocía, perdía aún más la poca fe que le quedaba en las personas y, por supuesto, en la ley de esta especie a la que pertenecía. No quiso reprochar nada, no quería acabar entre rejas así que se limitaría a responder sus preguntas con diligencia esperando que le dejaran marchar. A no ser que tuvieran unas esposas supresoras, no iba a irse a ningún calabozo vivo, eso lo tenía muy pero que muy claro.
-Mencionó un lugar llamado La Bruma Negra. No tengo ni la más remota idea de si se trataba de aquel mismo establecimiento u otro de la misma índole -Respondió sin decir absolutamente nada más.
No se iba a excusar, no era el momento. No iba a contar más cosas. Aquel tipo estaba demostrando ser un arrogante y un engreído al no creerle en sus palabras. Poco a poco, este mundo estaba consiguiendo poner al bueno de Kisame en contra de la ley y de las personas. Alguien con el corazón tan puro que podría dar su vida por un completo desconocido inocente. Alguien como él, cada vez odiando más la "burrocracia" y la jerarquía dominada por gente incompetente y viciosa que creerían antes a un charlatán descorazonado que a un buen hombre con malas pintas. Un mundo de prejuicios donde solo destacas si tienes un poder destructor sin igual y lo usas a las órdenes de otras personas siendo una macabra marioneta de una persona o un grupo de ellas para sus propios fines enmascarados en un bien común. Un mundo que se pudría por dentro.
-Mencionó un lugar llamado La Bruma Negra. No tengo ni la más remota idea de si se trataba de aquel mismo establecimiento u otro de la misma índole -Respondió sin decir absolutamente nada más.
No se iba a excusar, no era el momento. No iba a contar más cosas. Aquel tipo estaba demostrando ser un arrogante y un engreído al no creerle en sus palabras. Poco a poco, este mundo estaba consiguiendo poner al bueno de Kisame en contra de la ley y de las personas. Alguien con el corazón tan puro que podría dar su vida por un completo desconocido inocente. Alguien como él, cada vez odiando más la "burrocracia" y la jerarquía dominada por gente incompetente y viciosa que creerían antes a un charlatán descorazonado que a un buen hombre con malas pintas. Un mundo de prejuicios donde solo destacas si tienes un poder destructor sin igual y lo usas a las órdenes de otras personas siendo una macabra marioneta de una persona o un grupo de ellas para sus propios fines enmascarados en un bien común. Un mundo que se pudría por dentro.