22/01/2020, 13:18
Acechantes entre el follaje, Yokuna y Ayame observaban el campamento que se extendía bajo sus pies a apenas unos metros de su posición. El precario campamento estaba formado por dos tiendas de campaña y tres personas agazapadas junto a una hoguera tratando de calentarse las manos. Uno de ellos se levantó entonces y empezó a caminar hacia donde se encontraban los dos ninjas, apartándose del grupo.
Yokuna llamó la atención de Ayame y le lanzó un mensaje mediante lengua de signos.
Ella lo captó al vuelo, y tras pensarlo unos instantes, respondió señalándose a sí misma y a las dos personas junto a la hoguera: Yo me encargo de distraerlos. No se movió del sitio, sus manos formularon el sello del Pájaro, y entonces tomó aire y sus labios se abrieron.
—¡¿KODAMA?! ¡¿DÓNDE ESTÁS, KODAMA?! —la voz de Nejima sonó en algún punto entre la arboleda, justo en la dirección opuesta de donde se encontraban ellos.
Ayame confiaba en que aquellos maleantes no se hubiesen enterado aún de la muerte de aquellos dos. Su intención, como mínimo, era llamar su atención y hacer que se giraran en aquella dirección, dándole a Yokuna unos valiosos segundos para ejecutar su ataque.
Yokuna llamó la atención de Ayame y le lanzó un mensaje mediante lengua de signos.
[ Destreza 60, Inteligencia 60, Percepción 100 ]
Ella lo captó al vuelo, y tras pensarlo unos instantes, respondió señalándose a sí misma y a las dos personas junto a la hoguera: Yo me encargo de distraerlos. No se movió del sitio, sus manos formularon el sello del Pájaro, y entonces tomó aire y sus labios se abrieron.
—¡¿KODAMA?! ¡¿DÓNDE ESTÁS, KODAMA?! —la voz de Nejima sonó en algún punto entre la arboleda, justo en la dirección opuesta de donde se encontraban ellos.
Ayame confiaba en que aquellos maleantes no se hubiesen enterado aún de la muerte de aquellos dos. Su intención, como mínimo, era llamar su atención y hacer que se giraran en aquella dirección, dándole a Yokuna unos valiosos segundos para ejecutar su ataque.