22/01/2020, 13:58
—Trata de que no se me acerque demasiado, yo te cubro desde atrás. —Le dijo con aparente tranquilidad mientras formaba un sello. —Deberíamos pelear fuera, si uso mis técnicas aquí dentro la cueva podría derrumbarse y la niña moriría aplastada.
«Bien, si él también pelea a distancia va a ser más fácil evitar su nodachi. ¿Dice que podría derrumbar la cueva? Tiene que controlar el Fūton... ¿O el Doton? Bueno, ya lo comprobaremos en nada.» Ya con esa información el marionetista se quedó más tranquilo teniendo un mínimo plan, que ya era más que nada.
—¡Eh, niñatos! ¿¡Qué mierda buscáis aquí!? Largo, no se os ha perdido nada en este lugar... —La voz del secuestrador retumbó por la cueva, acompañada del sonido de sus geta chocando con el suelo de la gruta.
No tenía pinta de estar de muy buen humor, normal, nadie se esperaría que tras un secuestro aparecieran dos shinobis en su escondrijo tras haber rastreado el camino que anteriormente había realizado. «Bueno, si ya esta enfadado será más fácil picarle para sacarle a terreno abierto. Además que dudo que quiera luchar en una cueva con esa espada de gran tamaño que portaba, se le podría dificultar el maniobrar con ella.» A Takumi rápidamente se le ocurrió un plan, este miraría a su compañero de Ame y le susurraría para que sólo se enterara este.
—Tengo un plan para sacarlo a terreno abierto y montarle una emboscada, sígueme el rollo. —Inmediatamente después retrocedió un paso, cómo si fuera un amago de huir de allí. —¡Es él, es él! ¡Rápido, si nos damos prisa podemos avisar a la guardia de la ciudad y la misión estará hecha!
Takumi se aseguró de decirlo lo suficientemente alto como para que el viejo del kasa de hierro se enterara de su "plan". Justo después salió corriendo afuera de la cueva, esperando que Kisame lo siguiera y que el amigo del nodachi fuera detrás de ellos para evitar su captura. Ya fuera el kazejin se escondió entre los arbustos y la vegetación que había a la salida de la gruta, esperando que el amejin hiciera lo mismo y esperando a que el otro los persiguiera.
«Bien, si él también pelea a distancia va a ser más fácil evitar su nodachi. ¿Dice que podría derrumbar la cueva? Tiene que controlar el Fūton... ¿O el Doton? Bueno, ya lo comprobaremos en nada.» Ya con esa información el marionetista se quedó más tranquilo teniendo un mínimo plan, que ya era más que nada.
—¡Eh, niñatos! ¿¡Qué mierda buscáis aquí!? Largo, no se os ha perdido nada en este lugar... —La voz del secuestrador retumbó por la cueva, acompañada del sonido de sus geta chocando con el suelo de la gruta.
No tenía pinta de estar de muy buen humor, normal, nadie se esperaría que tras un secuestro aparecieran dos shinobis en su escondrijo tras haber rastreado el camino que anteriormente había realizado. «Bueno, si ya esta enfadado será más fácil picarle para sacarle a terreno abierto. Además que dudo que quiera luchar en una cueva con esa espada de gran tamaño que portaba, se le podría dificultar el maniobrar con ella.» A Takumi rápidamente se le ocurrió un plan, este miraría a su compañero de Ame y le susurraría para que sólo se enterara este.
—Tengo un plan para sacarlo a terreno abierto y montarle una emboscada, sígueme el rollo. —Inmediatamente después retrocedió un paso, cómo si fuera un amago de huir de allí. —¡Es él, es él! ¡Rápido, si nos damos prisa podemos avisar a la guardia de la ciudad y la misión estará hecha!
Takumi se aseguró de decirlo lo suficientemente alto como para que el viejo del kasa de hierro se enterara de su "plan". Justo después salió corriendo afuera de la cueva, esperando que Kisame lo siguiera y que el amigo del nodachi fuera detrás de ellos para evitar su captura. Ya fuera el kazejin se escondió entre los arbustos y la vegetación que había a la salida de la gruta, esperando que el amejin hiciera lo mismo y esperando a que el otro los persiguiera.