24/01/2020, 15:33
(Última modificación: 24/01/2020, 15:34 por Taka Kisame.)
El hombre pareció reaccionar rápidamente frente al ataque de Takumi. No era demasiado difícil, llegado a este punto, deducir que posiblemente les hubiera visto salir de su escondrijo. Por sus movimientos, no era demasiado rápido pero sí lo suficiente como para superar a ambos genin. Dio un pequeño salto hacia atrás y se colocó en guardia, prevenido ya para el siguiente ataque que le fuese a venir. Escupió al suelo sin mirar dónde lo hacía y clavó sus ojos en Takumi y su marioneta.
-Vaya, crees que vas a hacerme algo con ese juguete tuyo? -Dijo el hombre con tono despectivo.
Parecía extrañamente tranquilo a pesar de que le acababan de atacar. Pero eso cambió instantes después. Kisame hubiera hecho un mejor plan para atacarle, pero dado que su compañero ya se había lanzado, trató de improvisar con lo que tenía delante. Era evidente que ese hobmre era más fuerte y más ágil que ellos, no era difícil de adivinar. Sin embargo, era alguien viejo y seguramente bastante deteriorado físicamente, por lo que dudaba seriamente si aguantaría una pelea larga. Por otra parte, aquel hombre no parecía ser alguien que les iba a atacar con chakra, sino más bien un combatiente físico puro, por lo que su estrategia de jugar al desgaste no le iba a funcionar en aquella ocasión. Aún era algo arriesgado, así que optó por no atacarle, intentaría bloquear la entrada a la cueva casi totalmente para queel hombre no pudiese huir dentro ni hacer nada parecido. Por lo que, tras hacer una serie de sellos mientras se levantaba, puso ambas manos en el suelo.
-Doton: Doryūheki! -Acto seguido, un muro grueso de roca comenzó a formarse tras el hombre.
Al principio el hombre le dedicó una mirada triunfal a Kisame, pensando que había fallado, pero cuando se dio cuenta de lo que realmente estaba intentando, enfureció y cargó contra su compañero, que estaba delante de él con la katana sobre la cabeza, intentando darle un poderoso corte vertical desde arriba a su marioneta, ya que era lo que tenía delante.
-Vaya, crees que vas a hacerme algo con ese juguete tuyo? -Dijo el hombre con tono despectivo.
Parecía extrañamente tranquilo a pesar de que le acababan de atacar. Pero eso cambió instantes después. Kisame hubiera hecho un mejor plan para atacarle, pero dado que su compañero ya se había lanzado, trató de improvisar con lo que tenía delante. Era evidente que ese hobmre era más fuerte y más ágil que ellos, no era difícil de adivinar. Sin embargo, era alguien viejo y seguramente bastante deteriorado físicamente, por lo que dudaba seriamente si aguantaría una pelea larga. Por otra parte, aquel hombre no parecía ser alguien que les iba a atacar con chakra, sino más bien un combatiente físico puro, por lo que su estrategia de jugar al desgaste no le iba a funcionar en aquella ocasión. Aún era algo arriesgado, así que optó por no atacarle, intentaría bloquear la entrada a la cueva casi totalmente para queel hombre no pudiese huir dentro ni hacer nada parecido. Por lo que, tras hacer una serie de sellos mientras se levantaba, puso ambas manos en el suelo.
-Doton: Doryūheki! -Acto seguido, un muro grueso de roca comenzó a formarse tras el hombre.
Al principio el hombre le dedicó una mirada triunfal a Kisame, pensando que había fallado, pero cuando se dio cuenta de lo que realmente estaba intentando, enfureció y cargó contra su compañero, que estaba delante de él con la katana sobre la cabeza, intentando darle un poderoso corte vertical desde arriba a su marioneta, ya que era lo que tenía delante.