25/01/2020, 22:53
«¿Qué? ¿no pudo esquiv... » se preguntó el Umikiba de forma introspectiva, mientras sus ojos contemplaban el resultado de su técnica de kenjutsu. Ahora su mente se debatía no sólo en el hecho de que su hoja de agua no había hecho siquiera un rasguño en el cuerpo de Ryū, siendo que mientras la aprendía, había logrado incluso cortar rocas enormes a la mitad; y en la tormentosa realidad que le hacía atestiguar la decadencia en la que había caído Ryū tras su combate con Zaide, al punto de no poder siquiera realizar un kawarimi «no habrá mérito alguno si consigo hoy una victoria»
Escupió iracundo al suelo y clavó a Nokomizuchi en el hielo.
—No. Ahora es tu turno de atacar —alzó los puños en ristre y esperó a que la Tormenta llegara a él.
Escupió iracundo al suelo y clavó a Nokomizuchi en el hielo.
—No. Ahora es tu turno de atacar —alzó los puños en ristre y esperó a que la Tormenta llegara a él.