26/01/2020, 00:45
(Última modificación: 26/01/2020, 02:45 por Tsukisame Takumi. Editado 1 vez en total.)
Tras esquivar con facilidad el ataque el secuestrador se regodeó, se le veía confiado, más de la cuenta incluso. El amejin tras esto realizó una cadena de sellos y colocó sus manos en el suelo, formando un sólido muro de tierra entre el enemigo y la cueva. Mientras el muro se formaba Takumi aprovechó para alejarse junto a su marioneta del maleante, a unos cinco metros, aprovechando que este estaba atento al muro que se estaba formando en sus espaldas; el genin de Uzu sabía que quedarse cerca de alguien aparentemente fuerte, sobretodo si portaba una espada de ese calibre, era abrazar una muerte segura.
Después de que el Doryūheki se acabase de formar el de la gran espada miró confiado a Kisame, pero enfureció en el momento en el que se percató del objetivo real de aquel jutsu. «No es el más inteligente de su barrio parece...»
Con el cabreo encima buscó cargar contra el kazejin y su marioneta con un fuerte tajo, pero donde antes del Doryūheki se situaba el marionetista no encontró a nadie. En su lugar desde un poco más lejos le llegó velozmente la marioneta, buscando clavarle sus garras.
—¡Deja de cachondearte de nosotros y fíjate bien donde estamos abuelo!
Impactara o no el golpe retiraría la marioneta del alcance del bandido, buscando alejarla de todo daño, pues se imaginaba que Mono no aguantaría más de un golpe de esa nodachi.
Después de que el Doryūheki se acabase de formar el de la gran espada miró confiado a Kisame, pero enfureció en el momento en el que se percató del objetivo real de aquel jutsu. «No es el más inteligente de su barrio parece...»
Con el cabreo encima buscó cargar contra el kazejin y su marioneta con un fuerte tajo, pero donde antes del Doryūheki se situaba el marionetista no encontró a nadie. En su lugar desde un poco más lejos le llegó velozmente la marioneta, buscando clavarle sus garras.
—¡Deja de cachondearte de nosotros y fíjate bien donde estamos abuelo!
Impactara o no el golpe retiraría la marioneta del alcance del bandido, buscando alejarla de todo daño, pues se imaginaba que Mono no aguantaría más de un golpe de esa nodachi.