27/01/2020, 02:35
(Última modificación: 27/01/2020, 02:36 por Taka Kisame.)
El hombre falló el golpe dejando caer la enorme katana en el suelo y provocando un sonido metálico. Gruño con algo de aspereza al ver que nuevamente le había salido mal la jugada, pero acto seguido levantó su espada y se volvió a poner en guardia. Parecía el típico guerrero experimentado al cual la edad le estaba jugando una mala pasada pues no era difícil adivinar que en sus tiempos jóvenes hubiera podido con ambos shinobi sin siquiera derramar una gota de sudor de su frente. El ataque del marionetista fué directo, de frente con las garras de su artilugio. A pesar de su mermada agilidad por la edad, logró esquivar el ataque dando un leve salto hacia el lado izquierdo, parecía que un ataque frontal era la peor de las ideas, pues era visiblemente más rápido que ambos ninjas.
Por su parte, el amejin hizo una leve seña a su mapache, el cual corrió hacia un lado, intentando flanquear al hombre, este, sin darle importancia al animal, cargó contra el pelinegro, el cual se hallaba ahora más cerca de él, intentando lanzarle un poderoso corte lateral desde su derecha, al costado izquierdo de Kisame. Éste, viéndose acorralado, trató de responder al ataque directo con otro. Estaba seguro de que sus barreras de piedra no aguantarían lo suficiente como para defenderle. Hizo una rápida serie de sellos y puso ambas manos en el suelo.
-Doton: Retsudo Tenshō! -Anunció con tono seguro, a pesar de estar bastante asustado.
Las rocas que formaban el suelo frente a él comenzaron a quebrarse y a retorcerse, convirtiendo el espacio que tenía frente a él en un campo de cuchillas pétreas. El samurai, reaccionando con velocidad, se vio obligado a dar un fuerte salto hacia arriba para no ser dañado por las rocas. Ahora, el ataque llegaba a Kisame desde las alturas.
Por su parte, el amejin hizo una leve seña a su mapache, el cual corrió hacia un lado, intentando flanquear al hombre, este, sin darle importancia al animal, cargó contra el pelinegro, el cual se hallaba ahora más cerca de él, intentando lanzarle un poderoso corte lateral desde su derecha, al costado izquierdo de Kisame. Éste, viéndose acorralado, trató de responder al ataque directo con otro. Estaba seguro de que sus barreras de piedra no aguantarían lo suficiente como para defenderle. Hizo una rápida serie de sellos y puso ambas manos en el suelo.
-Doton: Retsudo Tenshō! -Anunció con tono seguro, a pesar de estar bastante asustado.
Las rocas que formaban el suelo frente a él comenzaron a quebrarse y a retorcerse, convirtiendo el espacio que tenía frente a él en un campo de cuchillas pétreas. El samurai, reaccionando con velocidad, se vio obligado a dar un fuerte salto hacia arriba para no ser dañado por las rocas. Ahora, el ataque llegaba a Kisame desde las alturas.