27/01/2020, 03:30
(Última modificación: 27/01/2020, 04:37 por King Roga. Editado 1 vez en total.)
Si alguien alguna vez describiese un lugar vacío, seguramente se asemejaría al Paraje sin Sol. Tal vez hubiese algo de hierba, o algo de nubes, pero más allá de eso poco o nada era rescatable. Quizá hubo algo, pero ahora ya no estaba. Era cierto, que existían asentamientos en el sitio, pero poco y más.
El sonido del viento acariciaba las hojas del pasto, mientras las nubes indiferentes avanzaban lentamente por sobre el paisaje.
A nadie parecía importarle ella, aquellos que podían quererle ya no estaban. La niña que corría sola y llorando. Pero la hierba no la consolaba y las nubes no se detenían para verla. Tenía unos ojos grandes, pero todo brillo había desaparecido de ellos. Tenía un lacio cabello sedoso, pero estaba sucio y maltratado. El kimono tenía hermosos estampados de hojas de maple, pero le habían arrancado trozos de tela. Su piel era blanca como la nieve, pero tenía manchas de sangre en la mitad de la cara. Tenía una voz dulce, pero estaba afónica de tanto gritar por ayuda. Tenía unas lindas calcetas, pero sus pies se habían ampollado de tanto correr.
Pero a nadie parecía importarle. Dónde alguna vez hubo una sonrisa, quedaba nada.
A nadie le importaba que ella terminase cayendo al suelo, abriendo la boca en un intento desesperado de obtener el oxígeno que sus diminutos pulmones le exigían a gritos. Era una niña linda, de unos once años. Pero por muy bonita o pequeña que fuese, nadie estaba ahí para ayudarla...
... ¿O sí?