27/01/2020, 20:30
La niña intentó articular palabra, pero en su lugar sólo salía un llanto incontrolable. ¿Por qué? ¿Por qué no podía hablar y contarles la verdad? Sus ojos negros estaban bien abiertos, pero parecía que toda vida y esperanza había sido arrancada de ella. Sin embargo, los que notarían un detalle inusual serían Etsu y su cánido amigo, pues al tenerla cerca notarían que la niña desprendía dos aromas distintos. ¿Qué podía significar aquello?
Por su lado, si Daigo observaba un poco mejor las rasgaduras de la ropa de la niña o revisaba su cabeza en busca de golpe alguno, se daría cuenta de que estaba perfectamente ilesa.
Daigo exigió saber que había ocurrido, pero ella sólo negó la cabeza.
—Un demonio, papá dijo que me protegería del demonio. Did-dijo. Mamá me tomó de la mano, corrimos, pero entonces ella ya no estaba... Sólo estaba su mano—. Aterrorizada por la visión la niña se llevó las manos a la cabeza y empezó a gritar de nuevo.
Por su lado, si Daigo observaba un poco mejor las rasgaduras de la ropa de la niña o revisaba su cabeza en busca de golpe alguno, se daría cuenta de que estaba perfectamente ilesa.
Daigo exigió saber que había ocurrido, pero ella sólo negó la cabeza.
—Un demonio, papá dijo que me protegería del demonio. Did-dijo. Mamá me tomó de la mano, corrimos, pero entonces ella ya no estaba... Sólo estaba su mano—. Aterrorizada por la visión la niña se llevó las manos a la cabeza y empezó a gritar de nuevo.