28/01/2020, 12:16
El hombre alzó la mirada con los ojos brillantes. Estaba arrodillado frente a un muchacho con el cabello negro y revuelto, que ahora tenía los ojos sin vida fijos en las copas de los árboles.
—Conocí a este chico —dijo, con la voz quebrada—. Entrenó bajo mi tutela durante un par de años... yo le animé a presentarse a una prueba para ascender a chūnin. Lo rechazaron —explicó, encogiéndose de hombros—. Tres veces. Era fuerte... pero muy despistado. Siempre le sorprendían en las emboscadas... siempre...
»Como en esta.
Gracias al Byakugan y al sigilo del Hielo, la cacería de Kōri y Daruu fue fluida y sin mayores incidentes. Obviando, claro, que una tipa estuvo a punto de partir por la mitad al Hyūga, y que Kōri se vio en problemas contra un usuario de Katon. Pero esas cosas en la vida de shinobi como ellos no eran más que anécdotas, y pronto se vieron con los brazos cruzados. ¿Habrían acabado ya con todos?
Por eso Daruu indicó a Kōri que quería tomarse un descanso. Estaba haciendo un uso muy intensivo de su dōjutsu. Pero antes de eso, el muchacho quiso revisar cómo se encontraban Ayame y Yokuna. No habían contactado con ellos, así que no habrían terminado con aquél campamento todavía. Honestamente preocupado, el chico registró con su vista telescópica el lugar aproximado en el que recordaba el emplazamiento en busca de sus chakras. Y terminó palideciendo de golpe.
—Ayame, ¿me oyes? —dijo, encendiendo el comunicador—. Hay una niebla de chakra por todo vuestro alrededor. Estáis en un Genjutsu ambiental o en una técnica similar al Kirigakure no Jutsu. —Pero no había niebla—. ¡No bajéis la guardia!
De pronto, el Hyūga sintió un pinchazo en los ojos, y tuvo que parar.
»Es mi límite —le dijo a su sensei.
—Conocí a este chico —dijo, con la voz quebrada—. Entrenó bajo mi tutela durante un par de años... yo le animé a presentarse a una prueba para ascender a chūnin. Lo rechazaron —explicó, encogiéndose de hombros—. Tres veces. Era fuerte... pero muy despistado. Siempre le sorprendían en las emboscadas... siempre...
»Como en esta.
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Gracias al Byakugan y al sigilo del Hielo, la cacería de Kōri y Daruu fue fluida y sin mayores incidentes. Obviando, claro, que una tipa estuvo a punto de partir por la mitad al Hyūga, y que Kōri se vio en problemas contra un usuario de Katon. Pero esas cosas en la vida de shinobi como ellos no eran más que anécdotas, y pronto se vieron con los brazos cruzados. ¿Habrían acabado ya con todos?
Por eso Daruu indicó a Kōri que quería tomarse un descanso. Estaba haciendo un uso muy intensivo de su dōjutsu. Pero antes de eso, el muchacho quiso revisar cómo se encontraban Ayame y Yokuna. No habían contactado con ellos, así que no habrían terminado con aquél campamento todavía. Honestamente preocupado, el chico registró con su vista telescópica el lugar aproximado en el que recordaba el emplazamiento en busca de sus chakras. Y terminó palideciendo de golpe.
—Ayame, ¿me oyes? —dijo, encendiendo el comunicador—. Hay una niebla de chakra por todo vuestro alrededor. Estáis en un Genjutsu ambiental o en una técnica similar al Kirigakure no Jutsu. —Pero no había niebla—. ¡No bajéis la guardia!
De pronto, el Hyūga sintió un pinchazo en los ojos, y tuvo que parar.
»Es mi límite —le dijo a su sensei.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)