28/01/2020, 17:28
¡¿SAMURAI?!
El grito se escuchó por todo el castillo. No por que fuera excesivamente fuerte, que también. Si no por que no había ningún sonido mas. Y si había animales por allí, ya se habrían escondido todos.
Aquello me hizo dejar todo lo que estaba haciendo y salir corriendo hacia la planta baja para encontrarme con la persona que había gritado de esa manera. Era una voz femenina, eso seguro.
Y no, esta vez no me equivoqué. Allí abajo había una muchacha de cabellos oscuros. No muy alta y bastante delgada. No tenia manera de ladrona y en su cuello lucia la Bandana de amegakure. Sin embargo...
Allí estaba, reuniendo las piezas de una de las armaduras. Desenvainé a Tsubame y sosteniéndola con la zurda, apunte con la punta de la espada en dirección a la muchacha.
—Deja eso ahora mismo donde lo has encontrado. Que seamos aliados no te da derecho a llevarte lo que quieras sin permiso.
¿Se habría llevado ella los cascos y el resto de piezas que faltaban? ¿Pertenecería a alguna banda de rufianes y había robado también la bandana?
De cualquier modo, no iba a permitir que se llevara de allí ni una sola pieza.