29/01/2020, 01:52
«Mierda que está decidida»
Y más decidida que todo lo que había escuchado con anterioridad Karamaru. Ranko no tardó en ofrecerse, el amejin ganó un poco de confianza, y a Yamato se le dibujó una sonrisa tímida en el rostro que escondía un alma eufórica. Se mantuvo en silencio titubeando un poco, pensando sus palabras aguantando aún sus ojos vidriosos.
— A este punto, con lo que puedan, realmente. Intentamos hablar con la gente de Gujo, pero no hubo resultado. Montamos guardias, pero siendo que no hubo ningún otro ataque de poco sirvieron. Tratamos de revisar las escenas de-del... crimen y no encontramos nada, de hecho la casa de Haruo se mantuvo cerrada desde entonces. Nuestro último intento era ver si alguien de alta jerarquía podía encargarse del asunto.— Yamato se quedo unos largo segundos más dándole vueltas a sus propios pensamientos.
— Desde revisar el pueblo, a hablar con la gente de Gujo, a llegar al señor feudal o alguien cercano. Incluso hasta podrían ir a Ōita, un pueblo un poco más grande y más lejano. No tenemos relación alguna con ellos desde.. bueno, nunca. Pero tal vez haya algo. La verdad que no lo sé, tengo esperanza que siendo profesionales puedan hallar algo que nosotros dejamos pasar.
— Si, seguro. Algo podemos intentar, tenemos que ir viendo qué onda, pensar algo, planear algo. No es que seamos particularmente conocidos nosotros tampoco así que es medio complicado.
— No hay problema, la buena voluntad es suficiente. Yo debería ir volviendo a la manifestación, "manifestación"— repitió haciendo las comillas con los dedos a los lados de su cara— Sientanse libres de quedarse en el establecimiento el tiempo que quieran, yo volveré a la noche, si no saben donde encontrarme. Ya sé que es un poco apresurado, pero si deciden querer visitar el pueblo díganme y puedo preparar un medio transporte para poder partir lo antes posible. La gente se alegrará al saber ustedes. Gracias.
Emocionado y con ilusión en los ojos, mas un poco dubitativo de dejar a los gennin solos, Yamato atravesó la puerta por la que habían entrado a esa pequeña habitación y desapareció de su vista. Ahora quedaban solo Ranko y Karamaru sin ningún mensaje que entregar pero con las esperanzas de muchas personas puestas en ellos.
— Hermoso bardo en el que nos metimos, boluda, y yo pensando que mañana con suerte ya pegaba la vuelta.
Y más decidida que todo lo que había escuchado con anterioridad Karamaru. Ranko no tardó en ofrecerse, el amejin ganó un poco de confianza, y a Yamato se le dibujó una sonrisa tímida en el rostro que escondía un alma eufórica. Se mantuvo en silencio titubeando un poco, pensando sus palabras aguantando aún sus ojos vidriosos.
— A este punto, con lo que puedan, realmente. Intentamos hablar con la gente de Gujo, pero no hubo resultado. Montamos guardias, pero siendo que no hubo ningún otro ataque de poco sirvieron. Tratamos de revisar las escenas de-del... crimen y no encontramos nada, de hecho la casa de Haruo se mantuvo cerrada desde entonces. Nuestro último intento era ver si alguien de alta jerarquía podía encargarse del asunto.— Yamato se quedo unos largo segundos más dándole vueltas a sus propios pensamientos.
— Desde revisar el pueblo, a hablar con la gente de Gujo, a llegar al señor feudal o alguien cercano. Incluso hasta podrían ir a Ōita, un pueblo un poco más grande y más lejano. No tenemos relación alguna con ellos desde.. bueno, nunca. Pero tal vez haya algo. La verdad que no lo sé, tengo esperanza que siendo profesionales puedan hallar algo que nosotros dejamos pasar.
— Si, seguro. Algo podemos intentar, tenemos que ir viendo qué onda, pensar algo, planear algo. No es que seamos particularmente conocidos nosotros tampoco así que es medio complicado.
— No hay problema, la buena voluntad es suficiente. Yo debería ir volviendo a la manifestación, "manifestación"— repitió haciendo las comillas con los dedos a los lados de su cara— Sientanse libres de quedarse en el establecimiento el tiempo que quieran, yo volveré a la noche, si no saben donde encontrarme. Ya sé que es un poco apresurado, pero si deciden querer visitar el pueblo díganme y puedo preparar un medio transporte para poder partir lo antes posible. La gente se alegrará al saber ustedes. Gracias.
Emocionado y con ilusión en los ojos, mas un poco dubitativo de dejar a los gennin solos, Yamato atravesó la puerta por la que habían entrado a esa pequeña habitación y desapareció de su vista. Ahora quedaban solo Ranko y Karamaru sin ningún mensaje que entregar pero con las esperanzas de muchas personas puestas en ellos.
— Hermoso bardo en el que nos metimos, boluda, y yo pensando que mañana con suerte ya pegaba la vuelta.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘ Telepatía ◘