31/01/2020, 12:17
—¡Vamos! —repitió Takumi tras Hiroki—Buenos días señora, ahora mismo le ayudaremos a recuperar su apio. Pero antes, ¿el gato era marrón con manchas amarillas?
La mujer encaró a quien había hablado, frunciendo el ceño nada más verlo. A su derecha se encontraba el moreno, mirándola con expectación.
—El gato es un ladrón, ¡eso es lo que es! —espetó, enfadada—¡Y estaba cubierto de barro! Pero sí, tenía esas feas manchas amarillas, ¡devolvedme mi apio!
Hiroki dio un paso hacia atrás por la reacción de la anciana, no muy feliz por haber sido sujeto de robo por un minino sucio y seguramente hambriento. Miró a su compañero y, dándole suaves golpes en el brazo, señaló el árbol donde se había subido el animal.
—¡Mi apio! ¿Cómo haré la sopa sin él? —seguía lamentándose la mujer.
La mujer encaró a quien había hablado, frunciendo el ceño nada más verlo. A su derecha se encontraba el moreno, mirándola con expectación.
—El gato es un ladrón, ¡eso es lo que es! —espetó, enfadada—¡Y estaba cubierto de barro! Pero sí, tenía esas feas manchas amarillas, ¡devolvedme mi apio!
Hiroki dio un paso hacia atrás por la reacción de la anciana, no muy feliz por haber sido sujeto de robo por un minino sucio y seguramente hambriento. Miró a su compañero y, dándole suaves golpes en el brazo, señaló el árbol donde se había subido el animal.
—¡Mi apio! ¿Cómo haré la sopa sin él? —seguía lamentándose la mujer.