4/02/2020, 19:01
No tardo en llegar al mismo sitio que su cuadrúpedo objetivo, llegando por suerte para Ren a un callejón sin salida; donde un incesante ruido de ventiladores adornaba el lugar. Estos expulsaban un cálido aire que acompañado de extensas cornisas y una buena conexión con el alcantarillado mantenían una zona ligeramente seca. Además dicho aire expulsado, ayudaba a que aquel lugar no mantuviera ese olor a putrefacción del callejón.
Se mantuvo bajo la perra a una prudente distancia, hasta que esta entró en un pequeño contenedor volcado de color cobrizo por la degradación; el ruido de la lluvia, los canales y los ventiladores no era muy intenso, pero lo suficiente como para no oír unos pequeños gimoteos que salían del recipiente.
— Vamos, con un poco de suerte, seguro que encontramos un hogar pa- — su voz se cortó, al asomarse en busca de la perra en el contenedor.
Dos pequeñas criaturas intentaban pelearse por una de las sobras que Ren había ofrecido anteriormente. Un gesto de tristeza se esbozó inmediatamente en el rostro de la genin, que irremediablemente tragó algo de saliva. Sin más espera, mostró en su mano aquel trozo blanquecino de carne, que era más grasa que proteína.
— Pero no puedo dejaros aqui... Tenéis que venir conmigo... El caso es que son cachorros; no tardarían mucho en ser adoptados, pero romper una familia... — dijo con un tono apenado. — Aunque por lo menos no es por una estúpida discusión o dinero.
Aquella ultima frase, era algo que tenia reprimido durante demasiado tiempo; algo que simplemente se dedicó a ignorar y esconder, y que nunca intentó arreglar. Nanashi tampoco se había molestado en ello, claramente el también tenia un pasado que parecía querer olvidar y jamas volver a mencionar, por lo que ambos nunca hablaron del tema.
Se mantuvo bajo la perra a una prudente distancia, hasta que esta entró en un pequeño contenedor volcado de color cobrizo por la degradación; el ruido de la lluvia, los canales y los ventiladores no era muy intenso, pero lo suficiente como para no oír unos pequeños gimoteos que salían del recipiente.
— Vamos, con un poco de suerte, seguro que encontramos un hogar pa- — su voz se cortó, al asomarse en busca de la perra en el contenedor.
Dos pequeñas criaturas intentaban pelearse por una de las sobras que Ren había ofrecido anteriormente. Un gesto de tristeza se esbozó inmediatamente en el rostro de la genin, que irremediablemente tragó algo de saliva. Sin más espera, mostró en su mano aquel trozo blanquecino de carne, que era más grasa que proteína.
— Pero no puedo dejaros aqui... Tenéis que venir conmigo... El caso es que son cachorros; no tardarían mucho en ser adoptados, pero romper una familia... — dijo con un tono apenado. — Aunque por lo menos no es por una estúpida discusión o dinero.
Aquella ultima frase, era algo que tenia reprimido durante demasiado tiempo; algo que simplemente se dedicó a ignorar y esconder, y que nunca intentó arreglar. Nanashi tampoco se había molestado en ello, claramente el también tenia un pasado que parecía querer olvidar y jamas volver a mencionar, por lo que ambos nunca hablaron del tema.