5/02/2020, 01:55
Recorrieron las calles de la zona baja de la ciudad hasta que, tras callejear un rato, se veía a lo lejos la casa de la señora.
—Creo que es esta, ¿prefieres hablar tú?
Takumi quería hablar con la señora, si, pero recriminarle nada no era la mejor opción. Le iban a comunicar que acababan de matar a su marido hacía escasos momentos y lo habían dejado desangrándose junto a su hija, no era algo fácil de digerir como para que luego le fuera recriminando nada. Además entendía la situación, habiéndose criado en Inaka sabía que estas prácticas o similares eran la unica opción para muchas familias; el pueblo no tiene la culpa de vivir bajo el gobierno de avaros déspotas que no les dejan otra opción que el crimen para sobrevivir. Pero lo que tenía claro era que le quería decir es lo mismo que a la niña, la señora era ya mayor, pero la chiquilla parecía que tenía capacidades para ser una buena shinobi y eso era una mejor opción para ganarse la vida.
—De momento no, comunícale lo de su marido tú, tienes más labia que yo para ello seguramente. Eso si, cuando acabemos déjame decirle unas cosas... No es nada ni me voy a propasar, pero creo que debe entender que su hija aún esta a tiempo de salvarse, no tiene por qué quedar relegada a una vida de crímenes continuos. Nadie de más o menos nuestra edad debería pasar por eso.
—Creo que es esta, ¿prefieres hablar tú?
Takumi quería hablar con la señora, si, pero recriminarle nada no era la mejor opción. Le iban a comunicar que acababan de matar a su marido hacía escasos momentos y lo habían dejado desangrándose junto a su hija, no era algo fácil de digerir como para que luego le fuera recriminando nada. Además entendía la situación, habiéndose criado en Inaka sabía que estas prácticas o similares eran la unica opción para muchas familias; el pueblo no tiene la culpa de vivir bajo el gobierno de avaros déspotas que no les dejan otra opción que el crimen para sobrevivir. Pero lo que tenía claro era que le quería decir es lo mismo que a la niña, la señora era ya mayor, pero la chiquilla parecía que tenía capacidades para ser una buena shinobi y eso era una mejor opción para ganarse la vida.
—De momento no, comunícale lo de su marido tú, tienes más labia que yo para ello seguramente. Eso si, cuando acabemos déjame decirle unas cosas... No es nada ni me voy a propasar, pero creo que debe entender que su hija aún esta a tiempo de salvarse, no tiene por qué quedar relegada a una vida de crímenes continuos. Nadie de más o menos nuestra edad debería pasar por eso.