7/02/2020, 00:42
El chico corrió a toda prisa en lo que intentaba localizar a Rao. El día daba comienzo, y la gente ya empezaba a discurrir por el lugar. Algunos de estos miraban de manera sospechosa al Inuzuka, pero ésto no tenía demasiada importancia en ese preciso momento. Tenía prioridades, y salvar la vida del tipejo llamado Búho era lo primordial. No quería cargar en su consciencia con una muerte o con una lesión en una persona de por vida. El Inuzuka no era de esa clase de personas, y eso que en éste caso el tipo era una de esas personas que bien lo merecía.
Tras recorrer la mayor parte del pueblucho, terminó donde Koke le dijo que se encontraba la casa del médico del pueblo. El matasanos parecía estar despierto, pues las ventanas de su casa estaban abiertas, y el aroma de Rao parecía dirigirse dentro de la misma. Sin pensarlo dos veces, Etsu se aproximó a la puerta y tocó un par de veces.
¡TOC! ¡TOC!
—¡Con permiso! —anunció el Inuzuka —¿alguien me puede echar una mano?
Con las mismas, atravesaría el umbral de la puerta, adentrándose en la casa del doctor. Con un vistazo rápido buscaría a Rao, o al propio matasanos.
—Tengo una urgencia, necesito que venga lo más pronto que pueda. Se trata de una herida bastante fea... seguramente una rotura de hueso.
Tras recorrer la mayor parte del pueblucho, terminó donde Koke le dijo que se encontraba la casa del médico del pueblo. El matasanos parecía estar despierto, pues las ventanas de su casa estaban abiertas, y el aroma de Rao parecía dirigirse dentro de la misma. Sin pensarlo dos veces, Etsu se aproximó a la puerta y tocó un par de veces.
¡TOC! ¡TOC!
—¡Con permiso! —anunció el Inuzuka —¿alguien me puede echar una mano?
Con las mismas, atravesaría el umbral de la puerta, adentrándose en la casa del doctor. Con un vistazo rápido buscaría a Rao, o al propio matasanos.
—Tengo una urgencia, necesito que venga lo más pronto que pueda. Se trata de una herida bastante fea... seguramente una rotura de hueso.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~