7/02/2020, 13:02
Eri esperó a que Hana se posicionase en el centro del sitio, rodeado de árboles, troncos cortados y marañados por los golpes, dianas, algún que otro trozo de cuerda por el suelo y de la Uzumaki.
O no.
Tan pronto como Hana había dejado de visualizar a su sensei por un momento, ésta ya no estaba, y justo cuando pasasen unos segundos de darse cuenta de la soledad que la rodeaba, unas figuras negras, y ocultas tras los árboles comenzaron a aparecer lentamente, todas hacia ella, todas mirándola sin mirarla. En sus manos, kunais dispuestos a ser usados para el combate en cualquier momento, acercándose poco a poco a Hana.
O no.
Tan pronto como Hana había dejado de visualizar a su sensei por un momento, ésta ya no estaba, y justo cuando pasasen unos segundos de darse cuenta de la soledad que la rodeaba, unas figuras negras, y ocultas tras los árboles comenzaron a aparecer lentamente, todas hacia ella, todas mirándola sin mirarla. En sus manos, kunais dispuestos a ser usados para el combate en cualquier momento, acercándose poco a poco a Hana.