10/02/2020, 12:38
La calurosa bienvenida, no solo por parte del lugar, que parecía una sauna; sino por los trabajadores allí presentes, hizo que su vergüenza menguase hasta sentirse más cómoda, y cuando Reiji la acogió con una sonrisa sintió que había hecho lo correcto yendo allí, y es que, si a un herrero le gusta su trabajo y sonríe haciéndolo, seguramente signifique que su trabajo sea de calidad.
—Pues claro, dame un segundo que termine con el Kama.
Eri asintió, dejando entrever una sonrisilla, y esperó mientras miraba, curiosa, como el chico terminaba con la espada y la guardaba suavemente hasta cubrirla con un trozo de tela, probablemente para refugiarla de cualquier polvo o suciedad que amenazase con posarse sobre su recién afilada hoja.
—Dime, ¿Como puedo ayudarte?
La Uzumaki miró directamente a los ojos del joven shinobi y levantó ambas manos, juntándolas, buscando las palabras exactas para pedir a Reiji que le hiciera un arma.
—Bueno, verás, he estado pensando y creo que... bueno —corrigió—, necesito que me hagas una naginata. —Ya lo había dicho, no había vuelta atrás, de ahora en adelante, ella trabajaría con naginatas en vez de espadas, y estaba decidida a cumplirlo.
—Pues claro, dame un segundo que termine con el Kama.
Eri asintió, dejando entrever una sonrisilla, y esperó mientras miraba, curiosa, como el chico terminaba con la espada y la guardaba suavemente hasta cubrirla con un trozo de tela, probablemente para refugiarla de cualquier polvo o suciedad que amenazase con posarse sobre su recién afilada hoja.
—Dime, ¿Como puedo ayudarte?
La Uzumaki miró directamente a los ojos del joven shinobi y levantó ambas manos, juntándolas, buscando las palabras exactas para pedir a Reiji que le hiciera un arma.
—Bueno, verás, he estado pensando y creo que... bueno —corrigió—, necesito que me hagas una naginata. —Ya lo había dicho, no había vuelta atrás, de ahora en adelante, ella trabajaría con naginatas en vez de espadas, y estaba decidida a cumplirlo.