10/02/2020, 20:16
— Si... Supongo que son buenos pilares de todas formas ¿no?
—No puedo responder por tí a la pregunta, lo que para ti pueda ser algo honorable, puede no serlo para mi. Cada uno tiene su propio sentido del honor y la justicia. Si crees que tus principios son correctos, entonces no los abandones.
Se podía iniciar un debate sobre lo que era justo o no, sobre lo que era el bien y lo que era el mal, pero eso era tan inmenso como el numero de personas de Oonindo. Cada una tendría su punto de vista y su opinión. Que a veces podría coincidir, y otras no.
Pero él mensaje estaba claro: Lucha por aquello en lo que crees.
— Me pregunto como seria aquellos samurais que conociste. Si realmente eran como dijiste, solo espero que no sean así todos.
—Bueno, unos ninjas exiliados atacaron su ciudad, mi compañero y yo acabamos con ellos, evitando que ningún habitante del hierro se enfrentara a ellos. Les defendimos.
»Y nos encerraron en una celda por ello.
Para mi eso no era honorable, y mucho menos cuando escuchabas a su capitan decir que iban a torturar a tu compañero. Claro. El honor se los samuráis.
—Pero tienes razón, no todos son iguales, existen samuráis capaces de lanzarse a la muerte por sus seres queridos.
Y eso lo sabia muy bien. Yuuna casi muere por mí. Lo había apostado todo, su futuro, uniéndose a uzushiogakure, por mí. Si había algún samurái que seguía los principios de los que esa chica hablaba, esa era Yuuna. Da igual lo que ella dijera. Si alguien era digna, esa era Yuuna.
—Pero eso sucede en todas partes ¿No? En todas las villas existen ninjas exiliados, gente que no sigue los principios de su aldea. Así que tampoco le des tanta importancia.
—No puedo responder por tí a la pregunta, lo que para ti pueda ser algo honorable, puede no serlo para mi. Cada uno tiene su propio sentido del honor y la justicia. Si crees que tus principios son correctos, entonces no los abandones.
Se podía iniciar un debate sobre lo que era justo o no, sobre lo que era el bien y lo que era el mal, pero eso era tan inmenso como el numero de personas de Oonindo. Cada una tendría su punto de vista y su opinión. Que a veces podría coincidir, y otras no.
Pero él mensaje estaba claro: Lucha por aquello en lo que crees.
— Me pregunto como seria aquellos samurais que conociste. Si realmente eran como dijiste, solo espero que no sean así todos.
—Bueno, unos ninjas exiliados atacaron su ciudad, mi compañero y yo acabamos con ellos, evitando que ningún habitante del hierro se enfrentara a ellos. Les defendimos.
»Y nos encerraron en una celda por ello.
Para mi eso no era honorable, y mucho menos cuando escuchabas a su capitan decir que iban a torturar a tu compañero. Claro. El honor se los samuráis.
—Pero tienes razón, no todos son iguales, existen samuráis capaces de lanzarse a la muerte por sus seres queridos.
Y eso lo sabia muy bien. Yuuna casi muere por mí. Lo había apostado todo, su futuro, uniéndose a uzushiogakure, por mí. Si había algún samurái que seguía los principios de los que esa chica hablaba, esa era Yuuna. Da igual lo que ella dijera. Si alguien era digna, esa era Yuuna.
—Pero eso sucede en todas partes ¿No? En todas las villas existen ninjas exiliados, gente que no sigue los principios de su aldea. Así que tampoco le des tanta importancia.