10/02/2020, 22:04
—¿QUE NO PUEDES EXPLICARLO? —bramó la mujer, con los ojos entrecerrados. Si las miradas matasen, Ayame habría sido apuñalada múltiples veces por aquellos iris de ónice—. ¿¡Y ESPERAS QUE ME QUEDE TAN TRANQUILA CUANDO UNA DESCONOCIDA APARECE SIN DECIR SUS INTENCIONES!? ¡TÚ NO HACES LAS PREGUNTAS AQUÍ!
—¡E... Esp...!— Ayame intentó llamar a la razón, agitando las manos en el aire, pero se vio obligada a callar cuando vio a la mujer soltar la escoba y entrelazar las manos en... ¡Sellos!
¡Aquella mujer sabía Ninjutsu!
—¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ESTA ES MI CASAAAAAAAAAAAA!!!!!!
Aulló, justo antes de expeler un chorro de agua a presión contra ella. Ayame, que se había temido lo peor, también había entrelazado sus manos y creó a su alrededor una barrera de agua que la abrazó con forma de torbellino. Un torbellino que se alzó en altura como un gigante de agua y creó un bonito boquete en el techo al chocar contra él.
—¡PERDÓN, PERDÓNPERDÓNPERDÓNPERDÓNPERDÓNPERDÓNPERDÓNPERDÓNPERDÓNPER...
Ayame había salido corriendo tan rápido como le permitían las piernas y se había escabullido por la primera ventana o puerta que había encontrado. No importaba si estaba cerrada, sus habilidades como Hōzuki le permitirían escapar de aquella jaula de lobos hambrientos en la que se había metido sin saber muy bien cómo ni por qué.
—¡E... Esp...!— Ayame intentó llamar a la razón, agitando las manos en el aire, pero se vio obligada a callar cuando vio a la mujer soltar la escoba y entrelazar las manos en... ¡Sellos!
¡Aquella mujer sabía Ninjutsu!
—¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ESTA ES MI CASAAAAAAAAAAAA!!!!!!
Aulló, justo antes de expeler un chorro de agua a presión contra ella. Ayame, que se había temido lo peor, también había entrelazado sus manos y creó a su alrededor una barrera de agua que la abrazó con forma de torbellino. Un torbellino que se alzó en altura como un gigante de agua y creó un bonito boquete en el techo al chocar contra él.
—¡PERDÓN, PERDÓNPERDÓNPERDÓNPERDÓNPERDÓNPERDÓNPERDÓNPERDÓNPERDÓNPER...
Ayame había salido corriendo tan rápido como le permitían las piernas y se había escabullido por la primera ventana o puerta que había encontrado. No importaba si estaba cerrada, sus habilidades como Hōzuki le permitirían escapar de aquella jaula de lobos hambrientos en la que se había metido sin saber muy bien cómo ni por qué.